Serie: Finanzas Personales para Niños
Un consejo para niños de 5 a 7 años sobre Finanzas Personales
Aprendiendo a Hacer Crecer lo que Dios Nos Confía
Dios nos confía cosas valiosas, como el dinero, y quiere que aprendamos a usarlas de manera sabia. Aunque tengamos poco, podemos hacer que crezca si lo usamos bien. En Mateo 25:14-30, Jesús nos cuenta una parábola sobre unos siervos a los que se les confió dinero. Uno de ellos usó lo que tenía y lo hizo crecer, y su señor lo recompensó por ser fiel. Esto nos enseña que Dios nos confía lo que tenemos para que lo cuidemos y lo hagamos fructificar.
Cuando aprendemos a usar bien lo que Dios nos confía, estamos honrando a Dios con nuestras decisiones. Eso puede ser guardar un poco de nuestro dinero, ayudar a alguien que lo necesita o usarlo para cosas importantes. Si somos responsables, Dios nos dará más oportunidades de cuidar lo que nos ha confiado.
Dios quiere que siempre pensemos bien antes de gastar y que usemos el dinero de una forma que lo honre. Cada vez que hacemos que lo que tenemos crezca, estamos siendo fieles como el siervo de la parábola, y eso trae alegría a Dios.
Dios nos da la oportunidad de aprender con lo que nos confía, y cuando lo hacemos crecer, demostramos que somos responsables. Tal como una semilla que crece cuando se cuida bien, lo que Dios nos da puede aumentar si lo usamos sabiamente. En Proverbios 21:5 dice: «Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia«. Esto significa que, si somos cuidadosos y planeamos bien, lo que tenemos puede multiplicarse.
A veces, hacer que el dinero crezca significa no gastarlo inmediatamente. Podemos ahorrar un poco para usarlo cuando realmente lo necesitemos o para algo que pueda ayudarnos más adelante. Dios quiere que seamos pacientes y que no actuemos de manera apresurada. Cuando guardamos el dinero y lo usamos con sabiduría, estamos mostrando que confiamos en Dios y que somos responsables con lo que nos ha confiado.
Además de usar el dinero para nosotros mismos, también podemos hacer que crezca cuando lo compartimos con los demás. Jesús nos enseñó que cuando ayudamos a otros, es como si lo estuviéramos haciendo para Él. Esto significa que, cuando compartimos lo que Dios nos ha confiado, estamos multiplicando las bendiciones que hemos recibido y agradando a Dios al mismo tiempo.
También le interesaría:
En resumen, Dios nos confía lo que tenemos para que lo cuidemos y lo hagamos crecer. Si somos responsables y usamos bien nuestros recursos, estamos honrando a Dios con nuestras decisiones. Él nos da la oportunidad de ser sabios y de multiplicar lo que hemos recibido.
El uso sabio de lo que Dios nos confía, ya sea guardando, ayudando a otros, o compartiendo, es una manera de mostrar que somos fieles con lo que Él nos ha dado. Al hacerlo, estamos siguiendo el ejemplo que Jesús nos enseñó en la parábola de los talentos.
Deja una respuesta