El 31 de agosto de 1688, falleció a la edad de 60 años John Bunyan, un destacado escritor y predicador puritano inglés, autor de la célebre obra El progreso del peregrino (Pilgrim’s Progress). Bunyan, nacido en 1628 en Elstow, cerca de Bedford, Inglaterra, se convirtió en una de las figuras más influyentes de su tiempo, tanto por sus escritos como por su labor pastoral.
John Bunyan no tuvo una educación formal extensa; de hecho, sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza y las dificultades. Sin embargo, a pesar de estos comienzos humildes, su vida dio un giro cuando, en su juventud, se unió a las fuerzas parlamentarias durante la Guerra Civil Inglesa, un conflicto que le acercó a las doctrinas puritanas.
Poco después, experimentó una profunda conversión religiosa que lo llevó a dedicarse al ministerio. Bunyan se unió a una congregación no conformista en Bedford y, a lo largo de los años, se convirtió en un fervoroso predicador, a menudo enfrentando la persecución por sus creencias y prácticas religiosas que contravenían las normas de la Iglesia de Inglaterra.
Su negativa a dejar de predicar lo llevó a ser encarcelado varias veces, la más larga de las cuales fue un encarcelamiento de 12 años en la prisión de Bedford. Fue durante este tiempo que comenzó a escribir El Progreso del Peregrino, que sería publicada en 1678, una década antes de su muerte.
El progreso del peregrino es una alegoría cristiana que describe el viaje espiritual de un hombre llamado Cristiano desde la «Ciudad de la Destrucción» hasta la «Ciudad Celestial».
La obra, escrita en un lenguaje sencillo pero profundamente evocador, resonó con lectores de todas las clases sociales y se convirtió en uno de los libros más leídos y traducidos en la historia de la literatura inglesa, solo superado por la Biblia en popularidad. A pesar de la fama que le trajo su obra, Bunyan nunca abandonó su compromiso con su comunidad local y su labor pastoral.
Continuó predicando y sirviendo como pastor hasta su último aliento. Su muerte, ocurrida el 31 de agosto de 1688, fue el resultado de una enfermedad que contrajo mientras cabalgaba bajo la lluvia en un esfuerzo por reconciliar a un padre y su hijo, demostrando así su devoción no solo a su fe, sino también a su compromiso con la paz y la reconciliación entre los hombres.
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El legado de John Bunyan perdura hasta nuestros días, tanto por su contribución a la literatura como por su ejemplo de integridad, fe y servicio desinteresado. Su vida y obra siguen inspirando a millones, y El progreso del peregrino continúa siendo una lectura esencial para aquellos que buscan comprender más profundamente la vida cristiana y su camino espiritual.
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