John Gresham Machen

El 1º de enero de 1937 (Historia Contemporánea), falleció John Gresham Machen, un destacado erudito presbiteriano, teólogo reformado y defensor apasionado de la ortodoxia bíblica. Murió a la edad de 55 años debido a complicaciones de una neumonía mientras estaba de viaje en Dakota del Norte

La muerte de Machen marcó el fin de una vida dedicada a la defensa de la fe cristiana histórica en medio de una época de crecientes desafíos teológicos y culturales.

Contexto histórico: La lucha por la ortodoxia bíblica. Durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el cristianismo en Estados Unidos enfrentaba una creciente influencia del liberalismo teológico

Este movimiento, influido por el racionalismo, el naturalismo y la crítica bíblica alemana, buscaba reinterpretar las doctrinas cristianas tradicionales para adaptarlas a los avances científicos y a los valores culturales modernos. 

Entre las enseñanzas que cuestionaba el liberalismo estaban la autoridad de la Escritura, los milagros, el nacimiento virginal de Cristo, su resurrección literal y su expiación sustitutiva.

Dentro de la Iglesia Presbiteriana (Presbyterian Church in the USA, PCUSA), el liberalismo encontró terreno fértil, lo que generó un conflicto con los teólogos conservadores que se aferraban a las doctrinas históricas del cristianismo y los principios confesionales del Catecismo de Westminster. Machen emergió como una de las voces más firmes contra este desvío teológico.

El legado de J. Gresham Machen

1. Erudito presbiteriano destacado. Machen nació en 1881 en Baltimore, Maryland, en una familia presbiteriana devota. Estudió en el Princeton Theological Seminary, donde se destacó por su intelecto brillante y su compromiso con la fe reformada. 

Continuó su formación en Alemania, donde estudió con algunos de los teólogos liberales más influyentes de la época, como Wilhelm Herrmann, lo que lo equipó para comprender y refutar sus argumentos.

Su obra más influyente, Christianity and Liberalism (Cristianismo y Liberalismo), publicada en 1923, es un análisis contundente de la incompatibilidad entre el liberalismo teológico y la fe cristiana histórica. 

En este libro, Machen argumenta que el liberalismo no es una forma legítima de cristianismo, sino una religión completamente diferente que socava los fundamentos de la fe bíblica.

2. Fundador del Seminario Teológico de Westminster. En 1929, alarmado por el creciente liberalismo en el Princeton Theological Seminary, donde había enseñado durante años, Machen decidió fundar el Seminario Teológico de Westminster en Filadelfia

Este seminario se estableció como una institución comprometida con la enseñanza de la teología reformada histórica, basada en la autoridad de las Escrituras y las confesiones reformadas.

Westminster rápidamente se convirtió en un bastión de la ortodoxia bíblica, atrayendo a estudiantes y profesores que compartían la visión de Machen. 

Hasta el día de hoy, el seminario sigue siendo una institución de referencia en la formación teológica reformada.

3. Fundador de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa. En 1936, después de años de conflicto dentro de la Iglesia Presbiteriana (PCUSA) debido a su creciente liberalismo, Machen lideró la formación de una nueva denominación: la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa (Orthodox Presbyterian Church, OPC). Esta iglesia fue establecida para preservar y proclamar la fe presbiteriana histórica sin comprometerse con las tendencias teológicas modernistas.

El catalizador inmediato de esta separación fue el apoyo financiero de la PCUSA a misiones que promovían un enfoque liberal del evangelio. Machen y otros conservadores denunciaron esto como una traición al mandato bíblico de proclamar a Cristo como el único camino de salvación. 

Aunque esto resultó en su exclusión de la PCUSA, su firmeza aseguró que la tradición reformada tuviera un espacio donde florecer.

La muerte de Machen y su impacto duradero. La muerte de Machen a la edad de 55 años fue una pérdida significativa para el movimiento reformado y para todos los que luchaban por la ortodoxia bíblica en un mundo cada vez más secularizado. 

En sus últimas horas, Machen envió un telegrama a su colega John Murray, diciendo: ”¡Qué gran salvador tenemos!” Estas palabras finales reflejan su profunda confianza en Cristo y en el Evangelio que defendió incansablemente.

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El legado de J. Gresham Machen sigue vivo a través de las instituciones que fundó y su obra escrita. 

Su defensa de la fe bíblica inspira a los cristianos a mantenerse firmes en la verdad de las Escrituras frente a los desafíos culturales y teológicos. 

La Iglesia Presbiteriana Ortodoxa y el Seminario Teológico de Westminster continúan su misión de formar líderes fieles a las doctrinas históricas de la Reforma.

Machen no solo fue un erudito brillante, sino también un hombre valiente que permaneció firme en la defensa de la fe, a pesar de la oposición. 

Su vida y ministerio son un recordatorio de la importancia de proclamar y preservar la verdad del Evangelio en todas las épocas.

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