Jesús dice que a los que tienen más se les dará más y a los que tienen poco se les dará menos en Mateo 25:29 que dice literalmente: «Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado».
Este principio también se encuentra en otras parábolas, como la del sembrador (Mateo 13:12) y la del mayordomo infiel (Lucas 19:26). En todas estas enseñanzas, Jesús subraya la importancia de ser buenos administradores de los recursos y talentos que Dios nos ha dado administrar.
Jesús enseñó esta lección en el contexto de varias parábolas que ilustran la importancia de la fidelidad y la buena administración de los dones y una de las más claras es la parábola de los talentos se encuentra en Mateo 25:14-30.
Parábola de los Talentos (Mateo 25:14-30): Un hombre, antes de emprender un largo viaje, llama a sus siervos y les entrega sus bienes. A uno le da cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, según la capacidad de cada uno.
El siervo que recibió cinco talentos negocia con ellos y gana otros cinco. De igual manera, el que recibió dos talentos gana otros dos. Sin embargo, el siervo que recibió un talento, por temor, cava en la tierra y esconde el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo, el señor regresa y pide cuentas a sus siervos. Los dos primeros siervos presentan lo que han ganado y son elogiados por su fidelidad y diligencia. Se les dice: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.»
El tercer siervo, que escondió el talento, es reprendido por su falta de diligencia y fe. Su talento es tomado y dado al que tiene diez talentos.
Jesús concluye la parábola con la enseñanza: «Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.» (Mateo 25:29, RVR1960).
Jesús enfatiza la importancia de ser responsables y fieles con lo que se nos ha dado. No importa la cantidad inicial, sino cómo usamos nuestros recursos y habilidades.
Aquellos que son diligentes y fieles en el uso de sus talentos y recursos experimentarán una multiplicación de bendiciones. Dios recompensa la fidelidad.
La falta de acción y el temor que llevan a la inactividad son duramente reprendidos. No utilizar los dones y recursos de manera adecuada resulta en pérdida y juicio.
Este principio no solo aplica a recursos materiales, sino también a habilidades, oportunidades y responsabilidades espirituales. Jesús enseña que debemos ser buenos administradores de todo lo que Dios nos confiado administrar, aprovechando al máximo nuestras oportunidades para Su gloria y servicio.
Para entender mejor el versículo de Mateo 25:29 que dice: «Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado», debemos desglosar algunas palabras clave en griego y luego explicar su aplicación en un contexto financiero.
La palabra griega para «tener» es «ἔχω» (échō), que implica poseer o sostener algo de manera continua. En el contexto financiero, esto podría referirse a poseer riquezas, recursos, habilidades o capital de manera estable.
La palabra para «dado» es «δοθήσεται» (dothēsetai), que proviene del verbo «δίδωμι» (dídōmi), que significa dar o conceder. En términos financieros, esto podría implicar la provisión adicional de recursos o oportunidades a aquellos que ya manejan bien lo que tienen.
«Tendrá más» en griego es «περισσευθήσεται» (perisseuthēsetai), que significa abundar o ser añadido en gran medida. Financieramente, esto sugiere que aquellos que manejan bien sus recursos verán un incremento significativo en sus posesiones o capital.
La palabra para «no tiene» es «οὐκ ἔχοντος» (ouk échontos), que significa no poseer o no sostener. Esto podría aplicarse a aquellos que no manejan bien sus recursos o no tienen un control adecuado sobre sus finanzas.
«Será quitado» se traduce del griego «ἀρθήσεται» (arthēsetai), que proviene del verbo «αἴρω» (aírō), que significa quitar o eliminar. En un contexto financiero, esto implica la pérdida de los pocos recursos que una persona podría tener debido a una mala administración.
Aplicando este versículo a un contexto financiero, enseña que aquellos que manejan bien sus recursos y poseen una actitud diligente y responsable serán bendecidos con aún más recursos y oportunidades.
Al tener una base sólida y saber cómo invertir y utilizar sabiamente lo que poseen, recibirán más porque han demostrado ser administradores fieles y competentes. Esto puede traducirse en mayor capital, mejores oportunidades de inversión, crecimiento de patrimonio y mayor estabilidad financiera.
Por otro lado, aquellos que no manejan bien sus recursos, ya sea por negligencia, falta de conocimiento o mala administración, enfrentarán pérdidas. Incluso los recursos que poseen pueden ser retirados debido a su incapacidad para gestionarlos adecuadamente.
Esto podría manifestarse en deudas crecientes, oportunidades perdidas, reducción de capital y, en última instancia, una disminución en su estabilidad financiera.
En resumen, el versículo subraya la importancia de ser buenos administradores de los recursos que tenemos. La fidelidad y la diligencia en la gestión financiera conducen a una mayor abundancia y prosperidad, mientras que la negligencia y la mala administración resultan en pérdida y disminución.
Dios no es que no desee dar más recursos, sino que no pone más carga a quien no puede llevarla. Si alguien no sabe administrar bien lo que tiene, darle más recursos solo lo endeudará y perjudicará aún más. Por eso, la sabiduría y la buena administración son cruciales para recibir y manejar mayores bendiciones financieras.
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