Tesoro, Prestarás y Prestado, Deuteronomio ⁦‪28:12‬⁩

Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.” Deuteronomio ⁦‪28:12‬⁩ (RVR1960)

‎Las palabras hebreas utilizadas para “tesoro”, “prestarás” y “prestado” tienen significados específicos que enriquecen la comprensión del versículo:

‎La palabra hebrea utilizada para tesoro es «אוֹצָר» (otsar), que se refiere a un tesoro, almacén o depósito; este término puede ser utilizado tanto en el sentido literal, como un lugar donde se almacenan bienes materiales (granos, metales preciosos, etc.), como en el sentido figurado para referirse a la abundancia de bendiciones divinas o recursos.

‎La palabra hebrea para prestarás es «לְוָה» (lavah), que significa prestar o dar en préstamo. Este término implica proporcionar algo a alguien con la expectativa de que será devuelto o recompensado en el futuro. En el contexto bíblico, prestar a menudo se ve como una acción de generosidad o de ayuda hacia el prójimo, especialmente cuando se hace sin esperar interés a cambio.

‎La frase pedirás prestado se traduce de la palabra hebrea «לָוָה» (lavah), que es la misma raíz para “prestarás” pero en otro tiempo o forma verbal. Esta palabra tiene el significado de tomar o recibir algo en préstamo, con la obligación de devolverlo o recompensar al prestamista en el futuro.

‎Estos términos subrayan la idea de que la obediencia a los mandamientos de Dios lleva a una posición de abundancia y autosuficiencia, donde el pueblo de Israel no solo tendría suficiente para sus propias necesidades sino que también podría asistir a otros sin caer en la dependencia económica. La promesa de convertirse en prestamista y no deudor simboliza una posición de fuerza, estabilidad y bendición divina.

‎Deuteronomio ⁦‪28:12‬⁩ forma parte de una sección de la Biblia que detalla las bendiciones prometidas por Dios al pueblo de Israel si obedecen sus mandamientos. Este versículo, en particular, enfatiza la generosidad y provisión de Dios hacia aquellos que siguen sus caminos.

‎De nuevo, la frase “te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo” simboliza la abundancia y el favor divino. La imagen del cielo como un tesoro que se abre sugiere que las bendiciones de Dios son invaluables y provienen de Su gracia.

‎Al referirse al “buen tesoro”, se enfatiza la calidad y la bondad de las bendiciones que Dios está dispuesto a otorgar.

‎“Para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo” se relaciona directamente con la prosperidad agrícola, esencial para una sociedad antigua como Israel.

‎La lluvia en su tiempo significa no solo lluvia física necesaria para el cultivo y, por ende, para la alimentación y la economía, sino también una metáfora de todas las bendiciones y recursos necesarios que Dios provee en el momento adecuado.

‎“Y para bendecir toda obra de tus manos” amplía la promesa de prosperidad a todas las actividades humanas, no solo a la agricultura. Implica que el trabajo realizado con fe y obediencia a Dios será fructífero y exitoso.

‎Finalmente, “Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado” indica una posición de fuerza y autonomía económica. No necesitar pedir prestado es signo de independencia y estabilidad, mientras que poder prestar a otras naciones muestra un excedente y una abundancia tal que Israel podría ayudar a otros sin comprometer sus propias necesidades.

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Así, este versículo subraya el vínculo entre la fidelidad a Dios y el goce de Sus favores, asegurando riqueza y soberanía financiera como frutos de una existencia de acuerdo con Sus preceptos.

Toda fortuna y sustento emanan de Él y seguir Sus decretos es esencial para experimentar una vida colmada de su benevolencia y misericordia.

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