Serie: Finanzas Personales para Niños
Un consejo para niños de 5 a 7 años sobre Finanzas Personales
Reconociendo las Bendiciones Diarias
Dios nos da muchas bendiciones cada día, no solo dinero. A veces, podemos olvidarnos de dar gracias por las pequeñas cosas que recibimos, como un abrazo de mamá o un día soleado para jugar. En Santiago 1:17 dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces”. Esto significa que todo lo bueno que tenemos viene de Dios.
Ser agradecidos por lo que tenemos nos ayuda a ver cuán bendecidos somos. No importa si tenemos mucho o poco dinero, siempre hay algo que agradecer. En 1ª Tesalonicenses 5:18 se nos dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. Dios quiere que demos gracias por cada cosa, incluso las más pequeñas.
Cuando aprendemos a reconocer las bendiciones diarias, estamos mostrando que confiamos en Dios. Él nos da todo lo que necesitamos, y cuando somos agradecidos, nuestro corazón se llena de alegría. En Salmos 118:24 dice: “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él”. Cada día es una bendición que debemos disfrutar.
Dios nos enseña a valorar lo que tenemos, ya sea dinero o cualquier otra cosa. Cuando reconocemos que todo lo que tenemos viene de Él, aprendemos a usar bien nuestras bendiciones, ya sea compartiendo, cuidando o simplemente dando gracias.
Cuando agradecemos a Dios por todo lo que recibimos, aprendemos a vivir contentos. A veces, podemos desear tener más cosas, pero Dios nos recuerda que el verdadero gozo no está en lo que poseemos, sino en saber que Él siempre cuida de nosotros.
Filipenses 4:12 nos enseña: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado”. Esto significa que podemos ser felices con lo que tenemos, sea mucho o poco.
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Además, reconocer las bendiciones diarias nos ayuda a cuidar mejor lo que tenemos. Cuando sabemos que todo es un regalo de Dios, usamos nuestras cosas con amor y respeto.
Proverbios 27:23 dice: “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños”. Esto nos enseña a ser responsables con lo que Dios nos da, porque Él confía en nosotros para cuidar de Sus bendiciones.
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