Serie: Finanzas Personales para Niños
Un consejo para niños de 5 a 7 años sobre Finanzas Personales
Ser Cuidadosos con lo que Oímos sobre el Dinero
Vivimos en un mundo donde escuchamos muchas cosas sobre el dinero. En la televisión, en el colegio y a veces incluso entre nuestros amigos, oímos que el dinero es muy importante y que tener mucho de él nos hará felices. Pero, ¿es eso realmente cierto?
Dios quiere que aprendamos a ser cuidadosos con lo que escuchamos y a no creer todo lo que oímos. “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe.” 1ª Timoteo 6:10.
Dios nos advierte que el amor al dinero puede llevarnos por caminos equivocados. Cuando pensamos que el dinero es lo más importante, podemos olvidar otras cosas que realmente valen la pena, como nuestra familia, nuestros hermanos-amigos y, sobre todo, nuestra relación con Dios.
No debemos dejarnos llevar por lo que otros dicen sobre el dinero sin antes pensar en lo que Dios nos enseña. Es importante también que hablemos con nuestros padres sobre lo que escuchamos. Ellos pueden ayudarnos a entender si algo es bueno o no, y guiarnos para que tomemos decisiones sabias.
La Biblia nos enseña que Dios cuida de nosotros y que no necesitamos preocuparnos por tener mucho dinero. Lo importante es confiar en Él y vivir de acuerdo a Sus enseñanzas.
Si un amigo te dice que el dinero puede comprar todo lo que necesitas, recuerda que hay cosas que el dinero no puede comprar, como el amor y la paz. Dios nos da estos regalos de manera gratuita, y son mucho más valiosos que cualquier cosa que el dinero pueda comprar.
Al ser cuidadosos con lo que escuchamos, nos aseguramos de que nuestro corazón se mantenga enfocado en lo que realmente importa.
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En lugar de buscar ser ricos con cosas, busquemos ser ricos en amor, bondad y en las cosas de Dios.
Cada vez que escuches algo sobre el dinero, pregúntate si eso te ayuda a acercarte más a Dios o si solo te hace desear cosas que no necesitas. De esa manera, estarás cuidando tu corazón y siguiendo el camino que Dios quiere para ti.
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