.Ser Mayordomos de los Recursos de Dios

Serie: Finanzas Personales para Adolescentes

Un consejo para adolescentes de 13 años en adelante sobre Finanzas Personales

Ser Mayordomos de los Recursos de Dios

Todo lo que tenemos, ya sea mucho o poco, realmente pertenece a Dios. Él nos ha confiado esos recursos para que los administremos bien. No somos dueños de lo que tenemos, sino mayordomos de las bendiciones de Dios, y por eso debemos cuidar y usar sabiamente lo que Él nos pasa para administrar.

El Salmo 24:1 nos recuerda: «De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan.» Esto significa que todo lo que poseemos le pertenece a Dios y debemos actuar con responsabilidad en nuestras decisiones financieras.

Ser buenos mayordomos implica tomar decisiones sabias con del dinero. Debemos planificar cómo lo gastamos, asegurándonos de no malgastar lo que Dios ha puesto en nuestras manos. También significa usar lo que tenemos para ayudar a otros y para apoyar Su obra. Al hacer esto, estamos demostrando que entendemos que lo que tenemos es un regalo de Él, y que lo valoramos al usarlo para cumplir con Sus propósitos.

Dios nos llama a ser fieles con lo que nos ha confiado, sea mucho o poco. Cuando demostramos que somos responsables en la administración de Sus recursos, Él puede confiarnos aún más. Esto no solo se aplica al dinero, sino también a nuestro tiempo, talentos y cualquier otro recurso que tengamos.

Jesús dijo en Lucas 16:10: «El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel.» Cuando actuamos con integridad y responsabilidad, mostramos que somos dignos de la confianza de Dios. Cuando comprendemos que somos mayordomos y no dueños de lo que tenemos, nuestra perspectiva cambia.

Cuando vemos el dinero o Sus recursos como algo que no solo debemos usar para nuestros deseos personales, sino como una herramienta para cumplir los propósitos de Dios es porque entendemos las Escrituras; esto incluye ser generosos con los demás, apoyar a quienes lo necesitan y contribuir al crecimiento de Su Reino.

Las Escrituras nos dicen en 1ª Pedro 4:10 que: «Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.» Al cuidar bien de Sus recursos, mostramos que apreciamos las bendiciones de Dios y que estamos dispuestos a usarlas para hacer el bien.

Además, ser mayordomos significa que seremos responsables ante Dios por cómo usamos lo que Él nos ha encomendado. No solo se trata de evitar el malgasto, sino de invertir en lo que tiene valor eterno. Cuando actuamos con esta mentalidad, nuestras decisiones financieras reflejan nuestra fe y nuestra responsabilidad como hijos de Dios.

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En resumen, ser un buen mayordomo es una manera de honrar a Dios con todo lo que nos ha confiado. Al aprender administrar Sus recursos estamos mostrando que somos dignos de Su confianza y que valoramos las bendiciones que nos otorga.

Ser mayordomos de los recursos de Dios implica entender que todo lo que tenemos es una encomienda del Señor, y debemos administrarla con sabiduría y responsabilidad. Al usar Sus recursos para cumplir los propósitos de Dios, mostramos nuestra gratitud y fe en Él.

Esto incluye ser generosos, apoyar a quienes lo necesitan, y cuidar lo que Dios nos ha confiado. Como fieles administradores, reflejamos nuestra fe en cada decisión financiera, honrando a Dios con todo lo que Él ha puesto en nuestras manos, y preparando nuestras vidas para rendir cuentas ante Él.

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