El 30 de junio de 1637, William Prynne, un puritano vehemente y crítico acérrimo del Arzobispo William Laud y del régimen eclesiástico de la Iglesia de Inglaterra, fue expuesto al público en un cepo, acompañado por Henry Burton y John Bastwick. Este evento ocurrió en un contexto de creciente tensión religiosa y política en Inglaterra, donde el gobierno del rey Carlos I y sus aliados eclesiásticos, como Laud, buscaban suprimir las voces disidentes y consolidar su control sobre la Iglesia y el Estado.
William Prynne era conocido por su prolífica producción de escritos polémicos en los que criticaba las prácticas y políticas de la Iglesia anglicana, particularmente aquellas que consideraba contrarias a la pureza del culto cristiano según la interpretación puritana.
Su obra más conocida, «Histriomastix», era una condena vehemente del teatro y otras formas de entretenimiento que consideraba moralmente corruptas.
Este texto, junto con otros escritos, atrajo la ira de las autoridades, quienes lo consideraron un libelo sedicioso y subversivo. Como castigo por sus escritos, Prynne fue sometido a una serie de humillaciones y torturas públicas.
En el mismo día de junio de 1637, junto a Burton y Bastwick, fue llevado al cepo, un dispositivo que inmovilizaba al reo y lo exponía a la burla y el escarnio de la multitud. Sin embargo, este no fue el único castigo infligido a Prynne.
En una muestra de la severidad con la que las autoridades querían silenciarlo, le cortaron las orejas, una práctica brutal destinada a desfigurar y marcar de por vida a los disidentes.
Además, Prynne fue marcado en las mejillas con las letras «S.L.», que significaban «Seditious Libeler» (Difamador Sedicioso). Este castigo no solo tenía la intención de estigmatizar a Prynne como un enemigo del Estado y de la Iglesia, sino también de servir como advertencia a otros que pudieran estar tentados a seguir su ejemplo de desafiar la autoridad.
Sin embargo, Prynne no se dejó intimidar ni silenciar por estas crueles medidas. Mientras era llevado de regreso a la prisión, mostró un notable espíritu de resistencia y ingenio al escribir unos versos en latín en los que jugaba con el significado de las letras «S.L.».
En su interpretación, las iniciales podían significar «stigmata laudis», un juego de palabras que podía traducirse como «signo de alabanza» o «signo de Laud», en una referencia sarcástica a William Laud, su principal perseguidor.
Este acto de desafío literario subrayó la determinación de Prynne de mantener su lucha contra lo que él y muchos otros puritanos veían como la corrupción y la tiranía de la Iglesia y el Estado.
La resistencia de Prynne y sus compañeros no fue en vano, ya que sus sufrimientos y los de otros disidentes ayudaron a encender las llamas del descontento que eventualmente llevarían a la Guerra Civil Inglesa y a la transformación radical del panorama político y religioso de Inglaterra.
En resumen, el 30 de junio de 1637, marca un momento significativo en la historia de la resistencia puritana contra la opresión religiosa y política en Inglaterra.
William Prynne, a través de su valentía y su capacidad para convertir el castigo en una forma de protesta, se convirtió en un símbolo perdurable de la lucha por la libertad de conciencia y expresión.
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