El 15 de agosto de 1620 marca una fecha crucial en la historia de la colonización de América del Norte. En esta fecha, dos barcos, el Mayflower y el menos conocido Speedwell, zarparon desde Southampton, Inglaterra, con un grupo de 102 peregrinos a bordo. Estos peregrinos, conocidos como separatistas, habían vivido en la ciudad de Leiden, en los Países Bajos, durante doce años tras huir de la persecución religiosa en Inglaterra.
Los separatistas eran un grupo de cristianos puritanos que, a diferencia de los anglicanos, buscaban una forma de adoración y vida religiosa más estricta y alejada de la Iglesia de Inglaterra, que consideraban corrupta y demasiado cercana a las prácticas católicas.
La persecución que sufrían en Inglaterra por parte del Estado y la Iglesia establecida les llevó a exiliarse en Leiden, un lugar conocido por su relativa tolerancia religiosa.
Durante su estancia en Leiden, estos separatistas intentaron construir una vida estable y dedicada a la práctica de su fe, pero las dificultades económicas, la preocupación por la influencia cultural holandesa sobre sus hijos y el deseo de establecer una comunidad en la que pudieran vivir según sus creencias religiosas, les llevaron a considerar la migración a un nuevo mundo. En este contexto, surgió la idea de viajar a América del Norte.
Para financiar su viaje, los separatistas vendieron sus posesiones personales y, con los fondos obtenidos, compraron un barco llamado Speedwell. A
este barco se sumó el Mayflower, un barco más grande y robusto, que fue alquilado para transportar a los pasajeros y las provisiones necesarias para el largo viaje.
El 15 de agosto de 1620, ambos barcos zarparon juntos desde Southampton, Inglaterra. Sin embargo, el Speedwell, a pesar de haber sido recientemente renovado, comenzó a tener problemas casi de inmediato.
Las reparaciones realizadas en el puerto de Southampton no fueron suficientes, y el barco empezó a hacer agua, poniendo en peligro a los pasajeros y la misión en general.
Tras varios intentos fallidos de continuar el viaje, los dos barcos se vieron obligados a regresar primero a Dartmouth y luego a Plymouth, donde finalmente se tomó la decisión de que el Speedwell no era apto para el viaje. Los peregrinos del Speedwell fueron transferidos al Mayflower, que finalmente continuó solo hacia América.
Este retraso y las complicaciones con el Speedwell no solo redujeron la moral de los peregrinos, sino que también acortaron la ventana de tiempo que tenían para llegar a América antes del duro invierno.
Finalmente, el 6 de septiembre de 1620, el Mayflower partió de Plymouth, Inglaterra, con 102 pasajeros a bordo, en su mayoría separatistas, además de otros colonos que buscaban nuevas oportunidades en el Nuevo Mundo.
El viaje del Mayflower fue largo y peligroso, enfrentando tormentas y enfermedades. Después de más de dos meses en el mar, el barco finalmente llegó a las costas de lo que hoy es Massachusetts el 11 de noviembre de 1620.
Los pasajeros del Mayflower, conocidos hoy como los Padres Peregrinos, fundaron la colonia de Plymouth, la segunda colonia inglesa permanente en América del Norte después de Jamestown en Virginia.
El fracaso del Speedwell es una de las muchas adversidades que los peregrinos enfrentaron en su camino hacia el Nuevo Mundo, pero su determinación y fe inquebrantable les permitieron superar estos obstáculos.
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La historia del Mayflower y el viaje que llevó a los separatistas a América es una de perseverancia, sacrificio y el deseo de libertad religiosa, un legado que sigue siendo una parte importante de la historia y la identidad de los Estados Unidos.
Este evento, aunque en su momento pudo parecer un cúmulo de fracasos y desafíos, se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y la autonomía, que son valores fundamentales en la historia de Estados Unidos.
El 15 de agosto de 1620, con el zarpe de estos dos barcos desde Southampton, marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia del continente americano.
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