En Efesios 4:32, las palabras clave “bondadosos” y “compasivos” provienen del griego, el idioma original del Nuevo Testamento. Analizar estas palabras en griego nos ayuda a comprender más profundamente el significado del versículo.
La palabra griega traducida como “bondadosos” es «χρηστοί» (chrēstoi). Este término va más allá de la simple amabilidad; implica ser útil, bueno y beneficioso en la naturaleza y en las acciones hacia otros.
La bondad χρηστοί refleja una calidad de Dios mismo, como se ve en Romanos 2:4, donde se habla de la “bondad de Dios” (χρηστότης τοῦ Θεοῦ) que lleva al arrepentimiento. Así, ser «chrēstoi» es manifestar una cualidad divina en nuestras relaciones con los demás.
La palabra griega para “compasivos” es «εὔσπλαγχνοι» (eusplagchnoi), derivada de «εὖ» (eu, bien) y «σπλάγχνον» (splagchnon, entrañas).
En la cultura griega y en el contexto bíblico, las “entrañas” se entendían como el asiento de las emociones profundas y la compasión. Ser «eusplagchnoi» implica tener un profundo sentimiento de compasión y empatía hacia los demás, reflejando el corazón compasivo de Dios.
La compasión divina es un tema central en el Nuevo Testamento, destacando el profundo amor y cuidado de Dios por la humanidad.
Estas dos cualidades, χρηστοί (bondad) y εὔσπλαγχνοι (compasión), representan aspectos fundamentales del carácter cristiano que los creyentes están llamados a emular en su trato con los demás, siguiendo el ejemplo perfecto de Cristo.
Estas no son meras emociones pasajeras, sino actitudes y acciones concretas que deben caracterizar la vida de aquellos que han sido transformados por el amor de Cristo, promoviendo la unidad, el perdón y el amor dentro de la comunidad de creyentes y hacia el mundo en general.
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