El 23 de junio de 1626, en el mercado de pescado de Cambridge, un vendedor abrió una bacalao gigante y descubrió en su vientre un volumen medio digerido y rancio de las obras más breves del mártir John Frith. Este hallazgo causó un gran revuelo, no solo por la rareza del descubrimiento, sino también por el simbolismo y la conexión histórica con la figura de Frith.
John Frith fue un reformador protestante inglés que se destacó por sus escritos teológicos y su defensa de la Reforma. Fue arrestado y encarcelado en una celda de pescado en Oxford debido a sus creencias religiosas.
Posteriormente, fue condenado a morir en la hoguera, siendo ejecutado en 1533. Sus escritos continuaron siendo influyentes después de su muerte, ya que abordaban temas críticos como la doctrina de la transubstanciación y otros dogmas de la Iglesia Católica que él y otros reformadores cuestionaban.
El volumen encontrado en el bacalao contenía algunos de los textos más cortos de Frith, lo que añadió un elemento de misterio y maravilla a la historia.
¿Cómo había llegado el libro al vientre del pescado? ¿Había sido arrojado al mar y luego tragado por el bacalao? ¿O había otra explicación más prosaica pero igualmente intrigante?
Al año siguiente, en 1627, estos textos fueron publicados como un libro bajo el título «Vox Piscis, or The Book-Fish» (La voz del pez, o El libro-pez).
Este libro incluía un prefacio escrito por Thomas Goad, quien era un clérigo y escritor conocido de la época. Goad, en su prefacio, probablemente abordó tanto la importancia de los escritos de Frith como el contexto asombroso de su descubrimiento.
El título «Vox Piscis» hace referencia a la voz del pez, sugiriendo que incluso las criaturas del mar proclamaban la verdad contenida en los escritos de Frith.
Esta metáfora se alineaba bien con el simbolismo cristiano y la percepción de los reformadores como portadores de la verdad divina que encontraba formas de manifestarse incluso en las circunstancias más inusuales.
La publicación de «Vox Piscis» no solo preservó y difundió los escritos de Frith, sino que también sirvió para mantener viva la memoria de su martirio y la causa de la Reforma protestante.
El hallazgo del libro en el vientre del bacalao se convirtió en una anécdota famosa que ilustraba la providencia divina y la importancia de la lucha por la verdad religiosa durante uno de los periodos más turbulentos de la historia inglesa.
En resumen, el evento del 23 de junio de 1626, donde un libro de John Frith fue encontrado en el vientre de un bacalao, se convirtió en un acontecimiento notable que combinaba historia, religión y la maravilla de lo inesperado.
La publicación posterior de estos textos bajo el título «Vox Piscis» añadió una capa más de significado y simbolismo a la narrativa de los reformadores y su legado perdurable.
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