La influencia de la percepción social sobre nuestro “ego” —que abarca nuestra imagen propia, autoestima y sentido de identidad— es significativa.
Cómo nos perciben los demás nos impacta profundamente, desvía nuestras decisiones y comportamientos de lo que verdaderamente valoramos o deseamos.
En lugar de actuar en consonancia con nuestros principios auténticos, podríamos buscar la aprobación o el reconocimiento de los demás, o intentar evitar su juicio.
Este fenómeno subraya la importancia de la autenticidad y de ser fieles a uno mismo, a pesar de las presiones externas.
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