Nuestra Condición Sin Cristo y Nuestra Nueva Identidad en Él

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La Biblia presenta un panorama claro y contrastante sobre la condición del ser humano antes de conocer a Cristo y la transformación que experimentamos al ser reconciliados con Él. Por un lado, nuestra naturaleza pecaminosa nos separa de Dios, dejándonos en una posición de total incapacidad espiritual. Por otro lado, mediante la obra redentora de Jesucristo, recibimos una nueva identidad y somos llamados a vivir en santidad y comunión con Dios.

Este listado ofrece una visión completa de ambos estados, fundamentada en la Escritura.

Nuestra Condición Sin Cristo

1º. Espiritualmente ciegos (2ª Corintios 4:4)

2º. Incapaces de buscar a Dios (Romanos 3:11)

3º. Llenos de rebeldía (Isaías 1:2)

4º. Viviendo bajo la influencia del mundo y de Satanás (Efesios 2:2)

5º. Hijos de ira (Efesios 2:3)

6º. Esclavos de nuestras pasiones (Tito 3:3)

7º. Inclinados a todo tipo de maldad (Romanos 1:29)

8º. Llenos de orgullo (Proverbios 16:18)

9º. Autosuficientes (Proverbios 28:26)

10º. Avaros (Lucas 12:15)

11º. Alejados de la vida de Dios (Efesios 4:18)

12º. Sin esperanza (Efesios 2:12)

13º. Sin Dios en el mundo (Efesios 2:12)

14º. Rechazando la verdad de Dios (Romanos 1:18)

15º. Amando más las tinieblas que la luz (Juan 3:19)

16º. Sin temor de Dios (Romanos 3:18)

17º. Endurecidos de corazón (Efesios 4:18)

18º. Obstinados en nuestra necedad (Proverbios 12:15)

19º. Enemigos directos de la justicia de Dios (Romanos 8:7)

20º. Despreciando Su santidad (Hebreos 12:16)

21º. Buscando nuestro propio interés y gloria (Filipenses 2:21)

22º. Responsables de crucificar a Su Hijo (Hechos 2:23)

23º. Completamente perdidos (Lucas 19:10)

24º. Sin capacidad para arrepentirnos (Romanos 3:10-12)

25º. Incapaces de responder a Su llamado (Juan 6:44)

26º. Destinados a recibir el juicio de Su ira (Efesios 5:6)

27º. Muertos en delitos y pecados (Efesios 2:1)

28º. Alejados de las promesas de Dios (Efesios 2:12)

29º. Corazones engañosos y perversos (Jeremías 17:9)

30º. Caminando en la vanidad de nuestra mente (Efesios 4:17)

31º. Oscurecidos en nuestro entendimiento (Efesios 4:18)

32º. Alienados de la vida de Dios por ignorancia (Efesios 4:18)

33º. Llenos de impureza (Efesios 4:19)

34º. Corruptos por deseos engañosos (Efesios 4:22)

35º. En la esclavitud del pecado (Juan 8:34)

36º. Sin fruto para Dios (Romanos 7:5)

37º. Desobedientes (Efesios 2:2)

38º. Amadores de nosotros mismos más que de Dios (2ª Timoteo 3:2)

39º. Engañados (Tito 3:3)

40º. Esclavos de placeres y deleites mundanos (Tito 3:3)

41º. Llenos de malicia y envidia (Tito 3:3)

42º. Odiados y odiando a otros (Tito 3:3)

43º. Sin entendimiento (Romanos 1:31)

44º. Injustos (Romanos 1:29)

45º. Fornicarios (Romanos 1:29)

46º. Malignos (Romanos 1:29)

47º. Codiciosos (Romanos 1:29)

48º. Enemigos de la cruz de Cristo (Filipenses 3:18)

49º. Desobedientes a nuestros padres (Romanos 1:30)

50º. Implacables (Romanos 1:31)

51º. No amadores de lo bueno (2ª Timoteo 3:3)

52º. Iracundos (Efesios 4:31)

53º. Blasfemos (Romanos 1:30)

54º. Amadores del placer más que de Dios (2ª Timoteo 3:4)

55º. Extraviados (Isaías 53:6)

56º. Amadores del dinero (1ª Timoteo 6:10)

57º. Idólatras (1ª Corintios 6:9)

58º. Glorificando lo vil (Romanos 1:32)

59º. Impíos (Romanos 5:6)

60º. Esclavos del temor a la muerte (Hebreos 2:15)

61º. Vanos en sus razonamientos (Romanos 1:21)

62º. Desobedientes a la palabra de Dios (1ª Pedro 2:8)

63º. Necios (Tito 3:3)

64º. Perseguidores de la justicia (1ª Timoteo 1:13)

65º. Amadores de placeres más que de Dios (2ª Timoteo 3:4)

Nuestra Nueva Identidad en Cristo

1º. Ovejas necesitadas de guía (Salmo 23:1-2)

2º. Pámpanos que deben permanecer en la vid (Juan 15:5)

3º. Dependientes de Cristo para todo (Juan 15:5)

4º. Hijos adoptados de Dios (Romanos 8:15)

5º. Coherederos con Cristo (Romanos 8:17)

6º. Sostenidos por el poder de Dios (1ª Pedro 1:5)

7º. Habitados por el Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19)

8º. Llamados a vivir en santidad (1ª Pedro 1:16)

9º. Llamados a ser luz del mundo (Mateo 5:14)

10º. Llamados a ser sal de la tierra (Mateo 5:13)

11º. Transformados por la renovación de la mente (Romanos 12:2)

12º. Justificados por la fe (Romanos 5:1)

13º. Reconciliados con Dios (Colosenses 1:21-22)

14º. Nuevas criaturas en Cristo (2ª Corintios 5:17)

15º. Ya no condenados (Romanos 8:1)

16º. Llamados a amar a nuestros enemigos (Mateo 5:44)

17º. Embajadores de Cristo (2ª Corintios 5:20)

18º. Llamados a ser santos (1ª Corintios 1:2)

19º. Esclavos de la justicia (Romanos 6:18)

20º. Liberados del pecado (Romanos 6:22)

21º. Vivificados en Cristo (Efesios 2:5)

22º. Hijos de luz (Efesios 5:8)

23º. Parte del cuerpo de Cristo (1ª Corintios 12:27)

24º. Soldados en la batalla espiritual (Efesios 6:12-13)

25º. Perdonados y justificados (Colosenses 2:13-14)

26º. Ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20)

27º. Participantes de la naturaleza divina (2ª Pedro 1:4)

28º. Llamados a vivir en unidad con otros creyentes (Efesios 4:3)

29º. Testigos de Cristo (Hechos 1:8)

30º. Llamados a sufrir por Cristo (Filipenses 1:29)

31º. Andamos en el Espíritu (Gálatas 5:16)

32º. Predestinados a ser conformados a la imagen de Cristo (Romanos 8:29)

33º. Llamados a orar sin cesar (1ª Tesalonicenses 5:17)

34º. Hacemos morir las obras de la carne (Romanos 8:13)

35º. Llamados a poner la mira en las cosas de arriba (Colosenses 3:2)

36º. Participantes del sufrimiento de Cristo (1ª Pedro 4:13)

37º. Sentados en los lugares celestiales con Cristo (Efesios 2:6)

38º. Más que vencedores en Cristo (Romanos 8:37)

39º. Discípulos de Cristo (Mateo 28:19)

40º. Sacerdotes de Dios (1ª Pedro 2:9)

41º. Llamados a llevar el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23)

42º. Somos guiados por el Espíritu Santo (Romanos 8:14)

43º. Herederos de la vida eterna (Tito 3:7)

44º. Lavados y santificados (1ª Corintios 6:11)

45º. Templos del Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19)

46º. Capacitados con dones espirituales (1ª Corintios 12:7)

47º. Siervos de Cristo (Efesios 6:6)

48º. Amados por Dios (1ª Juan 4:19)

49º. Hijos de obediencia (1ª Pedro 1:14)

50º. Guardados por la fe (1ª Pedro 1:5)

51º. Llamados a poner nuestra confianza en Dios (Proverbios 3:5)

52º. Llamados a ser humildes (Mateo 11:29)

53º. Debemos ser agradecidos en todo (1ª Tesalonicenses 5:18)

54º. Anhelamos la segunda venida de Cristo (2ª Timoteo 4:8)

55º. Esclavos voluntarios de Dios (Romanos 6:22)

56º. Llamados a soportar las pruebas con gozo (Santiago 1:2-3)

57º. Guardados por la paz de Dios (Filipenses 4:7)

58º. Llamados a ser ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18)

59º. Llamados a vivir en comunión con Dios (1ª Juan 1:3)

60º. Guiados por el consejo de Dios (Salmo 73:24)

61º. Llamados a confiar en la provisión de Dios (Filipenses 4:19)

62º. Llamados a morir al yo (Lucas 9:23)

63º. Llamados a llevar nuestra cruz diariamente (Lucas 9:23)

64º. Somos sellados con el Espíritu Santo (Efesios 1:13)

65º. Esperamos la redención de nuestro cuerpo (Romanos 8:23)

Resumen

Nuestra identidad sin Cristo revela una condición desesperada, marcada por el pecado, la alienación de Dios y la esclavitud espiritual. Sin embargo, en Cristo recibimos una transformación completa: somos hechos hijos de Dios, sellados por Su Espíritu, y capacitados para vivir en santidad y comunión con Él.

Este contraste resalta la profundidad de nuestra necesidad de redención y la gracia abundante que hemos recibido por medio de Cristo.

La Biblia describe nuestra condición antes de Cristo como espiritualmente muertos, esclavos del pecado y alejados de Dios, sin esperanza ni capacidad de buscarle. Sin embargo, en Cristo somos transformados en nuevas criaturas, adoptados como hijos de Dios y guiados por Su Espíritu.

Este contraste resalta la profundidad de nuestra necesidad de redención y la grandeza de la gracia que hemos recibido.

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