–La tentación es parte de la condición humana caída y, como tal, no discrimina entre riqueza o pobreza.
–Sin la santidad del Señor, las riquezas en nuestro poder son inútiles.
–Que las abundantes bendiciones generen en nosotros abundantes alabanzas de agradecimiento.
–Existen recompensas inmediatas y recompensas tardías; en ambas es necesario invertir para conseguirlas.
–El Señor nuestro Dios nos manda obedecer su señorío protector, pues nos ha dado abundantes pruebas de que es el único que realmente necesitamos.
-Si ganamos poco a poco, aunque sea poco dinero, va a ser mejor que no ganáramos nada de dinero.
-Los pastores asalariados no se preocupan por los hermanos que, aunque rara vez se congregan o actúan como fariseos, sí ‘diezman’ (un pseudodiezmo), ofrendan, siembran, dan primicias, entre otros muchos inventos que han creado para obtener su dinero.
-Administremos las riquezas del Señor como ovejas de su redil, no como cabritos sueltos.
-Prioricemos el ahorro y la inversión, así como el pago de deudas, antes de realizar gastos discrecionales.
-A veces, la envidia es el precio que se paga por ser bendecido monetariamente.
-¿Aprendiendo la pobreza? Encontremos guía y consuelo en las palabras del Señor Jesucristo. ¿Aprendiendo a tener riquezas? Encontremos guía y consuelo en las palabras del Señor Jesucristo.
-Cuando veo a hermanos y hermanas administrar grandes riquezas, digo para mí mismo: Que Dios les siga bendiciendo para que sean cada vez más generosos.
-Estamos reemplazando malos hábitos por buenos hábitos que contribuyan a una mejor salud y una mejor administración del dinero.
-Si las cargas de las deudas recaen sobre nuestros hombros, nos hundirán; pero si confiamos en nuestro Señor Jesucristo, Él nos sostendrá y seguirá enseñándonos los principios que gobiernan las riquezas bíblicas.
-No basta con leer un tuit o post sobre los principios de la mayordomía en el área de las finanzas bíblicas; es necesario meditar en lo que leemos.
-Si el dinero es más fundamental que el Señor Jesucristo para nuestra felicidad, sentido de vida e identidad, entonces se ha convertido en nuestro ídolo.
-La mayordomía bíblica centrada en el Señor nuestro Dios se enfoca en dar todo el honor y la gloria a Dios, y no al hombre.
-Si somos vengativos, ante cualquier traición en una mala transacción financiera, nos vengaremos; pero si somos misericordiosos, perdonaremos; y si somos inteligentes, superaremos inmediatamente dicha traición.
-El ahorro tiene sus límites; la inversión, en cambio, es ilimitada y ofrece mayor rentabilidad.
-Si el Señor nos ha bendecido monetariamente con riquezas, no vivamos como pobres; nuestra familia no se lo merece.
-Dominar una habilidad puede generar mucho dinero; reflexione sobre ello.
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