–La sumisión a los principios bíblicos que gobiernan las riquezas es una sumisión a Dios. La desobediencia a dichos principios es una rebelión contra Dios mismo.
–Podemos obtener ingresos utilizando nuestras habilidades, nuestro tiempo, nuestra inteligencia y nuestro propio capital.
–Como nuestro Señor Jesucristo es fiel, así también nosotros, sus siervos, seámosle fieles.
–Leer un tuit sobre mayordomía bíblica no nos cambia; aplicar lo que aprendemos de él, sí.
–Perder lo que se tiene y darse cuenta demasiado tarde de que se ha perdido es verdaderamente una pérdida.
-Nuestro enemigo trabajará para que aprendamos a administrar las riquezas de nuestro Señor Jesucristo según sus ideas retorcidas, en lugar de los principios bíblicos.
-Una de las lecciones más difíciles sobre la pobreza es enfrentar cinco eventos que, si ocurren intempestivamente, pueden derrumbar nuestra vida: perder mucho dinero, el empleo, la pareja, el hogar y la salud; aún así, nuestro Señor sigue en control.
-El consumismo se caracteriza porque lo más nuevo es utilizable, mientras que lo anterior se considera obsoleto.
-Dios mismo es la fuente infinita y absoluta, la causa eficiente suprema, de toda bendición monetaria y material; ya que solo Él es bueno, es la primera y única causa de toda prosperidad.
-En nuestra mayordomía, siempre estamos de servicio, por lo tanto, no podemos relajarnos al extremo de olvidar que somos mayordomos del Señor.
-Una cosa es decir: ‘Nos hemos hecho ricos’, y otra cosa diferente es decir: ‘El Señor nuestro Dios nos hizo ricos’.
-Debemos cambiar nuestras finanzas o continuaremos luchando para llegar a fin de mes; que algo impactante nos haga reflexionar para hacer definitivamente ese cambio.
-Si buscamos un aliado en la administración del dinero, que sea una educación acabada en los principios bíblicos de la mayordomía financiera.
-¿Cómo respondemos a una crisis monetaria externa e interna? ¿Interpelemos contra el Señor o buscamos refugio en Él?
-Nuestra tarea no es pensar en ideas propias de cómo administrar las riquezas del Señor, sino descubrir cuáles son Sus principios que las gobiernan en las Escrituras.
-Si no hay Dios por sobre nuestras riquezas entonces nuestras riquezas se convierten en nuestro dios.
-Cada día meditemos si hemos avanzado en la administración de las riquezas recibidas de la mano del Señor Jesucristo.
-¿Somos mejores personas con dinero y riquezas materiales, o lo contrario?
-En el área de la administración de las finanzas estamos siendo un ejemplo para nuestros hermanos.
-El ego se deleita en el consumismo y el materialismo; de manera similar, podría enamorarse del poder, el estatus social y la vanidad, elementos que refuerzan su necesidad de reconocimiento y superioridad.
-Es esencial crear fuentes de ingreso pasivo; de lo contrario, nos encontramos viviendo para trabajar en lugar de trabajar para vivir.
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