–Debido a que los principios bíblicos que gobiernan las riquezas del Señor Jesucristo no son de nuestra creación, no debemos alterarlos, diluirlos ni cambiarlos.
–Los principios bíblicos que gobiernan las riquezas del Señor Jesucristo se mantienen constantes a través de cada generación; son las generaciones las que deben adaptarse a ellos.
–En el ámbito financiero, cada problema esconde una potencial oportunidad.
–Debemos permanecer firmes y vigilantes, usando la gracia de Dios y Su Palabra para enfrentar y superar las tentaciones, especialmente aquellas relacionadas con aspectos materiales y económicos.
–Las deudas y la bancarrota comienzan con el olvido de los principios bíblicos que gobiernan las riquezas en nuestro Señor Jesucristo.
–La mayor parte de nuestros problemas financieros también surgen cuando engañamos, distorsionamos y manipulamos a nuestro prójimo con nuestras palabras y acciones.
–Toda familia requiere hombres que sepan administrar las riquezas del Señor, no hombres que las mantengan en incertidumbre.
–Debemos amar al Señor con nuestro dinero, no amar al dinero sin considerarlo a Él.
–Si queremos evitar deudas que nos ‘estrangulen’, debemos dominar ese pecado que desestabiliza todo presupuesto.
–En lugar de buscar revelaciones, visiones, sueños, experiencias, señales y maravillas para dar solución a nuestras deudas, solo necesitamos aprender y obedecer los principios que gobiernan el dinero y que ya están en la Biblia.
–Si Dios perdonó todos nuestros pecados en la cruz de Cristo—pasado, presente y futuro—, ¿por qué desconfiamos que Él no dará solución al problema financiero que hemos causado?
–El cumplimiento de todos tus sueños de prosperidad material y monetaria es lo que Satanás siempre ofrece.
–La confianza plena en el Señor nuestro Salvador y Dios es la base fundamental de las riquezas espirituales y materiales.
–Hay una relación inseparable entre ser un siervo fiel y el estudio de las Escrituras.
–Una cosa es ser un recién nacido en el Señor, y otra muy distinta es padecer del síndrome de Peter Pan.
–A veces parece que, aunque estamos obedeciendo los principios bíblicos de la mayordomía, estamos perdiendo la batalla para salir de las deudas, pero la Palabra de Dios se mantiene firme.
–No es lo mismo que el trabajo sea parte de nuestra vida a que sea toda nuestra vida.
–Padres, la formación en finanzas personales de nuestra descendencia es hoy en día un apremiante deber.
–Seamos agradecidos aunque nuestra realidad sea difícil.
–Las deudas también forman un círculo vicioso del que es urgente salir.
–La gente que no trabaja arduamente, no ahorra sistemáticamente ni invierte de manera segura, no está administrando las riquezas del Señor de forma bíblica.
Deja una respuesta