«Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra.» Proverbios 3:16 (RVR1960)
Largura de días (אֹרֶךְ יָמִים – orekh yamim) se traduce como «largura de días» y se refiere a una vida larga y próspera. En el contexto de la mayordomía financiera, implica que la sabiduría de Dios nos guía hacia una administración de recursos que nos permite vivir una vida plena y fructífera.
Como siervos de nuestro Señor Jesucristo, debemos buscar la sabiduría divina en nuestras decisiones financieras para asegurar que nuestra vida esté alineada con Sus propósitos.
En Proverbios 9:11, se nos dice que por la sabiduría, los días se multiplicarán y se aumentarán los años de vida, enfatizando la conexión entre la sabiduría y una vida bendecida.
Mano derecha (יָמִין – yamin): significa mano derecha y en la cultura bíblica simboliza poder, autoridad, y acción. Como administradores de los bienes del Señor, debemos usar la autoridad y recursos que nos ha dado para actuar con justicia y responsabilidad.
Nuestro Señor Jesucristo es la fuente de todas las riquezas y nos confía la responsabilidad de manejar Sus bienes de manera sabia. Salmos 16:11 nos recuerda que en Su presencia hay plenitud de gozo, y en Su mano derecha, deleites para siempre. Esto nos anima a buscar Su dirección y a actuar bajo Su autoridad.
Riquezas y honra (עֹשֶׁר וְכָבוֹד – osher vekavod): se traduce como «riquezas y honra,» y representa las bendiciones materiales y el respeto que vienen como resultado de una vida de sabiduría y fidelidad. Como mayordomos del Señor, es importante recordar que todas las riquezas y el honor provienen de Él, y nuestra tarea es usarlos para glorificar Su nombre.
En 1º Crónicas 29:12, se afirma que tanto la riqueza como la honra vienen de Dios y que Él es el gobernante de todo. Al reconocer esto, dirigimos nuestros esfuerzos hacia la administración fiel de lo que nos ha sido confiado.
Mano izquierda (שְׂמֹאל – semol): significa mano izquierda y, en este contexto, indica una posición complementaria a la mano derecha. Como ministros del Señor, debemos equilibrar la acción con la reflexión, asegurándonos de que nuestras decisiones financieras reflejen Su carácter y Sus valores.
En Eclesiastés 10:2, se menciona que el corazón del sabio está a su derecha, pero el corazón del necio a su izquierda, sugiriendo la importancia de la sabiduría y el discernimiento en todas nuestras decisiones.
Imaginemos a una familia cristiana que decide planificar su presupuesto anual basado en principios bíblicos. Usan su «mano derecha» para establecer un fondo de emergencia y pagar sus deudas, mientras que la «mano izquierda» se enfoca en apoyar misiones y proyectos comunitarios de fe.
Al buscar la dirección de Dios, logran un equilibrio que les permite honrar a Dios y cuidar de sus necesidades materiales.
También le interesaría:
Estos principios bíblicos nos enseñan que, como siervos, administradores, mayordomos, ministros, y esclavos de nuestro Señor Jesucristo, debemos manejar nuestras finanzas de manera que honre a Dios.
Al buscar Su sabiduría, actuamos con justicia y autoridad, reconociendo que todas las riquezas y la honra provienen de Él. Aplicar estos principios en nuestra vida diaria nos permite vivir una vida plena y fructífera, reflejando Su amor y fidelidad al mundo que nos rodea.
Deja una respuesta