El principio de la sobreabundancia es dar sobreabundantemente; falso principio del “evangelio” de la prosperidad.
Valoremos a quien nos dan de su tiempo.
No se “acepta” a Cristo buscando aumentar las posesiones materiales y la fortuna financiera; el genuinamente regenerado considera a Cristo como su posesión más preciada.
No siempre aparecerá alguien que cancele nuestras deudas resultantes de compras compulsivas; ya es hora de que nos comportemos como un Mayordomo responsable ante el Señor Jesucristo.
Riquezas mundanas: Atención, fama, coches, mansiones y tener más que el vecino de al lado.
Riquezas Cristianas: Vida eterna en Jesús, una esposa devota e hijos que honran al Señor, y servir a otros sin esperar nada a cambio. ¿Cuál eliges tú, hombre cristiano?
La formación en finanzas es esencial para profundizar en la comprensión sobre la gestión del dinero, las inversiones y el ahorro en cualquier nación; esto implica la búsqueda de materiales educativos que se ajusten al marco económico y legal específico del lugar.
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