Tuits de Mayordomía Financiera

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-Si tras compras compulsivas solo terminamos diciendo: ‘Lo siento’, estas nunca cesarán; es necesario un verdadero arrepentimiento.

-Cuando nos demos cuenta de que estamos en una situación financieramente problemática, o si continuamos con acciones que la agravan, el primer paso para salir de ella es detener esas acciones que profundizan nuestro problema. En palabras del conocido dicho, ‘dejar de cavar si te encuentras en un hoyo’. Este consejo, que apela al sentido común, subraya la importancia de la prudencia en la toma de decisiones.

-Ahora entiendo por qué muchos no toleran a los reformados, a los de la doctrina ‘una vez salvos, siempre salvos’, a los calvinistas, o cualquier otro nombre burlón que nos asignen. La razón es que no nos adherimos a la práctica de solicitar constantemente diezmos y ‘semillas’ bajo promesas de prosperidad, como ‘palabra de fe’, ‘visualiza tu riqueza’, ‘siembra para tu prosperidad financiera’, etcétera. Aunque, curiosamente, no comprendo por qué tampoco toleran a los neoreformados, ya que ellos parecen también pedir un tipo de seudodiezmo disfrazado.

-La mayoría de los hombres que persiguen la riqueza con apresuramiento, en la prisa, terminan por restarle valor, desvalorizándola.

-Para una gestión financiera personal efectiva, es crucial recordar constantemente la importancia de evitar endeudarse. Este es un consejo práctico que sirve como recordatorio diario para mantener la salud económica.

-El Evangelio no es un producto o servicio para ser vendido, no es un bien comercial; es un mensaje de salvación y redención que se ofrece gratuitamente a la humanidad. Como dice en Efesios 2:8-9, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9 (RVR1960) Ese versículo enfatiza que la gracia de Dios, y por ende el Evangelio, no es algo que se pueda comprar o vender, sino un regalo inmerecido que se recibe por fe.

-No hay límite de edad para aprender algo nuevo o para iniciar una o nuevas empresas; no existen restricciones de edad para el aprendizaje o el emprendimiento.

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