Sembrando Generosamente, 2ª Corintios 9:6

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En 2ª Corintios 9:6, el apóstol Pablo utiliza la metáfora de la siembra y la cosecha para enseñar sobre la generosidad. El versículo dice: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.

Esta metáfora agrícola es fácil de entender: si un agricultor siembra pocas semillas, obtendrá una cosecha pequeña. Por el contrario, si siembra muchas semillas, tendrá una cosecha abundante.

De manera similar, Pablo está diciendo que nuestras acciones de generosidad funcionan de la misma manera. Cuando damos generosamente, no solo en términos materiales sino también en tiempo, amor, y recursos, estamos sembrando semillas que eventualmente producirán una abundante cosecha de bendiciones.

La “recompensa” de la que habla Pablo no se limita necesariamente a beneficios materiales. La generosidad puede resultar en una variedad de recompensas, como una mayor satisfacción personal, relaciones más fuertes, paz interior, y una vida más plena y significativa.

Además, desde una perspectiva espiritual, ser generoso es una forma de alinearnos con el carácter de Dios, quien es generoso con nosotros.

En resumen, este versículo nos anima a ser generosos, asegurándonos que nuestras acciones tendrán consecuencias positivas.

La generosidad produce recompensas que pueden manifestarse de diversas maneras, todas ellas contribuyendo a una vida rica y satisfactoria.

Ahora vamos a desarrollar los términos griegos para «siembra», «escasamente», «generosamente» y «segará», para entender mejor su significado y contexto.

El verbo griego «σπείρω» (speirō) significa «sembrar». Este término se utiliza en el contexto agrícola para describir el acto de esparcir semillas en el campo.

En el Nuevo Testamento, se utiliza frecuentemente en parábolas y enseñanzas para simbolizar la difusión del mensaje de Dios y las acciones de las personas.

Sembrar representa las acciones y esfuerzos que ponemos en diferentes aspectos de la vida, especialmente en la generosidad y el servicio a los demás.

El adverbio «φειδομένως» (pheidomenōs) se traduce como «escasamente» o «con tacañería». Este término sugiere una acción limitada, mezquina o con poca generosidad.

En el contexto de 2ª Cor. 9:6, describe a alguien que da poco, con reticencia o sin la intención de compartir generosamente. La implicación es que la mezquindad en dar resulta en una cosecha igualmente limitada.

La palabra griega «εὐλογίαις» (eulogiais) se traduce como «generosamente» o «con bendiciones». Derivada de «εὐλογία» (eulogia), que significa «bendición» o «elogio», esta palabra implica dar de manera abundante, con un espíritu de generosidad y abundancia.

En el contexto bíblico, se refiere a dar de manera que beneficie y bendiga a otros, no solo en términos materiales sino también espirituales.

El verbo «θερίζω» (therizō) significa «cosechar» o «segar». En 2ª Cor. 9:6, «θερίσει» (therisei) es la forma futura del verbo, indicando la acción futura de recoger los frutos del trabajo o esfuerzo realizado.

Este término se utiliza tanto en el sentido literal de recoger la cosecha agrícola como en el sentido figurado de recibir los resultados de nuestras acciones. Segar simboliza los frutos y recompensas que vienen de las acciones de sembrar, ya sea escasamente o generosamente.

Pablo utiliza estos términos para enseñar una lección profunda sobre la generosidad y sus consecuencias. La acción de «sembrar» representa nuestras decisiones y acciones, especialmente en el contexto de dar y compartir con otros.

Sembrar «escasamente» sugiere una actitud mezquina que resulta en una cosecha limitada. Por otro lado, sembrar «generosamente» implica una actitud abierta y abundante, que traerá una cosecha abundante.

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