#sabíasqué El libro de Job es uno de los textos bíblicos más ricos en poesía y simbolismo, y el capítulo 3 destaca por su intensidad emocional. En ese capítulo, Job, sumido en un dolor profundo, lamenta el día de su nacimiento con imágenes vívidas y llenas de dramatismo.
En el versículo 5, utiliza la palabra “caliginoso” para describir cómo quisiera que ese día estuviera cubierto de densas tinieblas, como si mereciera ser borrado de la memoria del tiempo. Dice: “Sea aquel día sombrío; no cuide de él Dios desde arriba, ni claridad sobre él resplandezca. Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; repose sobre él una nube, hágalo horrible como día caliginoso.” Este lenguaje es más que una expresión de tristeza; es una súplica apasionada para que su existencia misma fuera negada, mostrando cómo su dolor lo lleva al límite de la desesperación.
La palabra “caliginoso”, poco común en el lenguaje moderno, tiene un peso simbólico en este contexto. Se refiere a una oscuridad tan densa que parece tangible, un estado que refleja la pérdida total de esperanza y dirección.
Job no solo desea que el día de su nacimiento sea envuelto en tinieblas, sino que también lo rechaza como un momento de importancia o bendición. Esta lamentación es un eco del sufrimiento humano universal, que busca encontrar sentido en medio del dolor.
El uso de términos como “sombra de muerte” y “hágalo horrible” refuerza la profundidad de su angustia, pero también destaca la riqueza poética del libro, que invita a reflexionar sobre el poder del lenguaje para expresar emociones extremas.
En ese pasaje, Job nos muestra cómo el dolor puede moldear nuestra percepción de la vida misma y el tiempo.
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