El 22 de agosto del año 565 d.C., se registra uno de los encuentros más legendarios y enigmáticos de la historia medieval: la supuesta confrontación entre Columba, un misionero celta y abad, y una criatura que se convertiría en uno de los misterios más perdurables de Escocia, conocida hoy como el Monstruo del Lago Ness.
Este relato no solo es fascinante por su contenido, sino que también constituye la primera referencia registrada de lo que más tarde se conocería como el Monstruo del Lago Ness.
Columba, nacido en el año 521 d.C. en lo que hoy es Irlanda, fue un misionero cristiano celta de gran influencia y fundador de varios monasterios en Irlanda y Escocia. De estos, el más famoso es el monasterio en la isla de Iona, que se convertiría en un centro clave para la expansión del cristianismo en Escocia y más allá.
Columba es conocido no solo por su labor evangelizadora, sino también por los numerosos milagros que se le atribuyen, los cuales contribuyeron a su fama y veneración.
En un momento de su misión en Escocia, Columba y sus compañeros se encontraron a orillas del río Ness, que conecta con el lago del mismo nombre, el Lago Ness. Es en este contexto donde ocurre el famoso encuentro con la criatura acuática.
El relato del encuentro entre Columba y la criatura proviene de la biografía de Columba, escrita por Adomnán, el noveno abad de Iona, aproximadamente un siglo después de la muerte de Columba.
Adomnán describe cómo, en una ocasión, Columba llegó a las orillas del río Ness y se encontró con un grupo de habitantes locales que estaban sepultando a un hombre. Los locales relataron que el hombre había sido atacado y asesinado por una gran bestia acuática mientras nadaba en el río.
Impulsado por su fe y su deseo de proteger a su gente, Columba ordenó a uno de sus seguidores que cruzara el río a nado. Según el relato, cuando el nadador estaba en el medio del río, la criatura emergió del agua y se dirigió hacia él con una ferocidad que aterrorizó a los presentes. Sin embargo, antes de que la bestia pudiera atacar, Columba, desde la orilla, levantó su mano y, haciendo la señal de la cruz, ordenó con voz firme que la criatura se detuviera y no hiciera daño.
Adomnán escribe que “a la voz de Columba, el monstruo se aterrorizó y huyó más rápido de lo que hubiera hecho si lo hubieran arrastrado con cuerdas.”
La criatura, asustada por el poder espiritual de Columba, se sumergió en las profundidades del río, permitiendo que el nadador completara su travesía a salvo.
El relato de Columba y el Monstruo del Lago Ness ha sido interpretado de muchas maneras a lo largo de los siglos. Para algunos, es una muestra del poder y la autoridad espiritual de los cristianos sobre las fuerzas del mal, representadas aquí por la criatura monstruosa.
La historia subraya la creencia en la protección divina y el triunfo del bien sobre el mal, un tema recurrente en la hagiografía cristiana.
Otros han visto en esta historia un intento de sincretismo, donde las antiguas creencias celtas en criaturas míticas y espíritus de la naturaleza se combinan con la nueva fe cristiana, creando un relato que respeta ambas tradiciones.
La criatura del río Ness podría haber sido vista como un ser sobrenatural o un símbolo de las fuerzas caóticas de la naturaleza, que solo la santidad y el poder de un hombre de Dios como Columba podrían dominar.
El relato también es significativo porque establece el primer registro conocido de una criatura en el Lago Ness, mucho antes de que se popularizara la leyenda del Monstruo del Lago Ness en los siglos XIX y XX.
Este encuentro, por tanto, no solo es importante desde una perspectiva religiosa y cultural, sino que también forma parte del folclore más amplio que rodea al Lago Ness y su famosa criatura.
La historia de Columba y el Monstruo del Lago Ness ha perdurado a lo largo de los siglos, contribuyendo al aura de misterio que rodea al lago. Aunque el relato original de Adomnán fue escrito con fines hagiográficos más que como una descripción precisa de un encuentro con una criatura real, ha sido un punto de referencia para los innumerables informes y avistamientos que han continuado hasta nuestros días.
Hoy en día, el Monstruo del Lago Ness es una de las leyendas más famosas del mundo, atrayendo a miles de turistas a Escocia con la esperanza de ver a “Nessie”. Aunque la autenticidad del relato de Columba es debatible, su impacto cultural es innegable.
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El 22 de agosto de 565 d.C., la confrontación de San Columba con lo que podría haber sido el Monstruo del Lago Ness no solo se convirtió en una parte clave de su legado, sino que también dio origen a una leyenda que ha capturado la imaginación de generaciones.
Este evento, que combina elementos de fe, poder espiritual, y mito, sigue siendo un testimonio fascinante de cómo las historias religiosas y el folclore pueden entrelazarse, creando narrativas que perduran a lo largo del tiempo.
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