Comentario Bíblico de Matthew Henry

El 12 de noviembre de 1704 (Historia Moderna), Matthew Henry, un ministro y teólogo inglés de 42 años, escribió en su diario su firme intención de crear un comentario completo sobre toda la Biblia. Este ambicioso proyecto de interpretación de las Escrituras fue impulsado por su deseo de brindar una comprensión profunda y accesible de la Palabra de Dios, tanto para líderes religiosos como para lectores comunes. 

En una época donde el acceso al conocimiento teológico estaba reservado a un número limitado de personas, Henry percibió la necesidad de acercar las enseñanzas bíblicas a todos los creyentes, ofreciéndoles un recurso que les ayudara a entender y aplicar las Escrituras en su vida cotidiana.

Unos días después de esa primera entrada en su diario, Henry añadió: “He comenzado esta obra, para intentar algo que dé buen propósito a mi tiempo, y dejo que el Señor haga el uso que desee de mí.” 

En esa declaración se evidencia su humildad y su profunda devoción a Dios. Más allá de un proyecto personal o intelectual, Henry consideraba que su trabajo era una misión encomendada por Dios y que él simplemente era un instrumento al servicio de la voluntad divina.

A lo largo de la siguiente década, Henry dedicó innumerables horas a estudiar, interpretar y redactar su comentario bíblico. Su enfoque era meticuloso y su compromiso infatigable. 

Trabajó con un método que combinaba el análisis detallado del texto bíblico con aplicaciones prácticas y espirituales, buscando que cada pasaje ofreciera tanto enseñanzas teológicas como guías de vida para el creyente. 

Henry se esforzó por explicar no solo el contenido de los versículos, sino también el contexto y el significado detrás de las palabras. Su obra tenía como objetivo servir de puente entre el mundo antiguo de la Biblia y los lectores modernos, haciéndola comprensible y relevante.

Antes de su muerte en 1714, Henry logró completar la mayor parte de este monumental comentario. Sin embargo, la obra quedó inconclusa debido a su fallecimiento. 

Fue entonces cuando amigos y colegas suyos tomaron la iniciativa de finalizar y publicar el comentario de acuerdo con las notas y escritos que Henry había dejado. Gracias a este esfuerzo colaborativo, el Comentario de Matthew Henry fue puesto en su forma definitiva y publicado, extendiendo el legado del autor más allá de su tiempo.

El Comentario de Matthew Henry se convirtió en una de las obras más importantes y respetadas dentro de la literatura cristiana. Su enfoque pastoral, su claridad y su sensibilidad lo hicieron popular no solo entre pastores y teólogos, sino también entre personas comunes que deseaban una guía para comprender las Escrituras. 

La obra de Henry ha sido utilizada por generaciones de cristianos de diversas denominaciones y sigue siendo un recurso valioso en la actualidad, manteniendo su relevancia y su impacto en la vida de los creyentes en todo el mundo.

También le interesaría:

Este comentario representa un legado que va más allá de las palabras escritas, ya que refleja la pasión y la entrega de Matthew Henry a su fe y a su comunidad. 

Su deseo de hacer algo de “buen propósito” y de servir a Dios en su tiempo continúa inspirando a creyentes y estudiosos de la Biblia. 

Henry nos dejó un ejemplo de dedicación y de vida orientada al servicio de Dios y de su obra en la tierra.

Comparte en tus redes


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *