Serie: Finanzas Personales para Adolescentes
Un consejo para adolescentes de 13 años en adelante sobre Finanzas Personales
Cómo Evitar el Endurecimiento del Corazón hacia los Necesitados
En nuestra sociedad, es fácil distraernos con nuestras propias necesidades y deseos, olvidando a los que tienen menos que nosotros. Como cristianos, estamos llamados a mostrar compasión por quienes pasan necesidad, y el dinero que el Señor nos ha provisto para administrárselo no debe endurecer nuestro corazón. En 1ª Juan 3:17 se nos enseña: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano en necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”. Este versículo nos recuerda que la generosidad es una expresión del amor de Dios que vive en nosotros.
Cuando vemos a alguien que necesita ayuda, ya sea en nuestra congregación local, escuela o comunidad, debemos estar dispuestos a actuar. Quizá no siempre podamos dar dinero, pero podemos contribuir con nuestro tiempo, esfuerzo, y otros recursos. Proverbios 19:17 nos dice: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”. Esto nos anima a confiar en que Dios cuidará de nosotros cuando cuidamos de otros.
También le interesaría:
Mateo 6:21 nos advierte: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Nuestro tesoro debe estar en el servicio y la ayuda hacia los demás, en lugar de acumular solo para nuestro propio beneficio.
Como adolescentes, debemos evitar endurecer nuestro corazón hacia los necesitados, recordando que el dinero que el Señor nos ha provisto es para administrárselo, no para acumular. Dios nos llama a ser generosos, mostrando así Su amor a través de nuestras acciones.
Ser generosos no siempre implica dar dinero; también podemos ofrecer nuestro tiempo y esfuerzo. Dios nos bendice para que seamos canales de bendición hacia los demás. Al cultivar un corazón dispuesto a ayudar, reflejamos el amor de Cristo y fortalecemos nuestra relación con Dios.
Deja una respuesta