Serie: Finanzas Personales para Niños
Un consejo para niños de 5 a 7 años sobre Finanzas Personales
Cuidar lo que Dios Nos Da
Dios nos da muchas cosas buenas: juguetes, ropa, libros, y hasta nuestro dinero. Todo lo que tenemos es un regalo de Dios, y es muy importante que cuidemos bien esos regalos.
Cuando cuidamos nuestras cosas, estamos mostrando a Dios que agradecemos lo que nos da y que somos responsables con Sus bendiciones.
La Biblia nos dice en 1ª Corintios 4:2: «Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.» Esto significa que Dios quiere que cuidemos bien todo lo que nos ha dado, como si estuviéramos cuidando algo muy especial para Él.
Si tienes un juguete favorito, cuídalo bien, guárdalo en su lugar, y no lo rompas. Cuando cuidamos nuestras cosas, estamos mostrando que queremos ser buenos mayordomos de lo que Dios nos ha dado.
También es bueno compartirlas con otros, porque cuando lo hacemos, estamos honrando a Dios con nuestros regalos.
Cuando cuidas lo que Dios te ha dado, no solo te beneficia a ti, sino también a los demás. Si tienes juguetes o cosas que has cuidado bien, podrás compartirlas con tus amigos o hermanos. Imagina que tienes un libro que te gusta mucho, si lo mantienes en buen estado, podrás prestarlo a un amigo para que también lo disfrute.
Dios se alegra cuando somos cuidadosos y responsables, porque eso muestra que valoramos lo que Él nos ha dado. Así que, cada vez que cuides algo que tienes, recuerda que lo estás haciendo para honrar a Dios.
De esa manera, no solo estás usando bien tus cosas, sino que también estás mostrando amor a los demás al compartir lo que Dios te ha regalado.
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Recuerda, cuidar lo que tienes no solo hace que tus cosas duren más, sino que también es una manera de mostrarle a Dios que amas y agradeces todo lo que te ha dado.
Cuidar nuestras cosas también nos enseña a ser responsables.
A veces, puede ser fácil olvidarnos de guardar nuestros juguetes o perder algo que nos gusta, pero cuando hacemos un esfuerzo por mantener todo en orden, estamos desarrollando un buen hábito que será útil toda la vida.
¡Ser responsable con lo que tienes es una forma de adorar a Dios!
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