Aliteración. Repetición sonora que crea ritmo y refuerzo de sentido
Definición general. La Aliteración (del latín ad “a, hacia” y litera “letra”) es una figura de repetición que consiste en emplear de manera deliberada la misma consonante o grupo de sonidos semejantes dentro de una frase o verso.
Esa reiteración fónica aporta ritmo, musicalidad y, sobre todo, subraya la idea que se comunica. Bullinger la clasifica como figura de repetición y enfatiza que, en la Escritura, su propósito no es puramente estético: la sonoridad dirige la atención al mensaje divino.
Características de la Aliteración:
Presenta una secuencia de consonantes idénticas o cercanas.
Produce un efecto mnemónico que ayuda a la memorización, clave en culturas orales.
Sugiere emoción o movimiento: sonidos fricativos pueden transmitir suavidad; oclusivos, fuerza.
En hebreo a menudo coincide con juegos de raíces y paralelismos, potenciando el significado.
Ejemplos Bíblicos:
Génesis 1:2. “tohú va‑vohú” (desorden y vacío). La repetición de las labiales b/v y de la aspiración h crea una sensación de caos que prepara al lector para la obra ordenadora de Dios.
Isaías 24:1. “hinneh y‑HVH bóqeq haʾ árets u‑bəllāh.” El profeta acumula sonidos guturales b‑q‑k que evocan ruptura y vaciamiento de la tierra.
Jeremías 51:58. “v‑ʾilish shibhrāh mishbarīm.” La secuencia repetida sh‑b‑r subraya la ruina inminente de Babilonia, un “estrellarse de estrellamientos”.
Sofonías 1:15. La cadena “tzará u‑metsuká, shoʾá u‑mshóʾá” repite las sibilantes ts/ sh para dibujar un día de angustia y desolación.
Romanos 1:29‑31. Pablo agrupa términos con s‑p‑ph (pleonexia, ponería, phthonos) que el oyente griego percibía como martilleo de pecado sobre pecado.
Diferencias con figuras afines:
No debe confundirse con la Paronomasia, que gira sobre palabras de sonido parecido pero significado distinto; la Aliteración repite exactamente el fonema.
Tampoco es simplemente rima, pues la reiteración puede situarse al inicio, en el medio o al final de las palabras.
Usos teológicos y prácticos:
Realzar atributos divinos: la triple kaph en “qadosh, qadosh, qadosh” (Isaías 6:3) enlaza sonido y santidad.
Transmitir juicio o misericordia: los profetas saturan de guturales cuando proclaman castigo, y de fricativas suaves cuando consuelan.
Facilitar la enseñanza: los salmos acrósticos incluyen aliteraciones internas para que el cantor recuerde cada línea.
Aplicación homilética. Un predicador puede usar la Aliteración para grabar verdades clave: “Pecado promete placer, pero produce pérdida.” La coherencia sonora ayuda a que la congregación retenga la idea más allá del culto.
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Conclusión. La Aliteración en la Biblia no es mero ornamento; su cadencia dirige el oído para despertar el corazón.
Al percibir la repetición, el lector es invitado a detenerse, saborear y dejar que la verdad resuene con fuerza intensificada.
Así, la letra que se repite amplifica la Palabra que transforma.
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