George Washington

El 26 de noviembre de 1789 (Historia Contemporánea), George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, proclamó esta fecha, un jueves, como el primer Día Nacional de Acción de Gracias (Thanksgiving Day). Este día fue destinado como una jornada de agradecimiento y oración pública, un llamado a la nación para reflexionar sobre las bendiciones recibidas y expresar gratitud, tanto en comunidad como de manera individual. 

La proclamación de Washington surgió en un contexto de recién alcanzada independencia y consolidación del país, marcando un momento significativo en la vida política, cultural y espiritual de los Estados Unidos.

Washington emitió esta proclamación tras una resolución conjunta del Congreso, la cual sugería establecer un día para reconocer la Providencia divina que había guiado al país a través de la Revolución Americana y hacia la formación de una nueva Constitución. 

En su declaración, Washington invitó a los ciudadanos a dedicar el día a agradecer al Todopoderoso por los logros alcanzados, como la paz, la libertad y el establecimiento de un gobierno basado en la justicia. Asimismo, instó a orar por la prosperidad continua de la nación, la paz entre todas las naciones y el bienestar de sus habitantes.

Más de setenta años después, en 1863, en medio de la Guerra Civil, Abraham Lincoln formalizó el Día de Acción de Gracias como una tradición anual. A través de una proclamación realizada en octubre de ese año, Lincoln designó el último jueves de noviembre como un día nacional para agradecer a Dios por las bendiciones otorgadas incluso en tiempos de conflicto. 

Esta decisión buscaba unir a una nación profundamente dividida, recordando a sus habitantes que, a pesar de las dificultades, siempre hay razones para agradecer y mantener la fe. La proclamación de Lincoln fue influenciada en parte por los esfuerzos de Sarah Josepha Hale, una escritora y editora que abogó durante años por un Día de Acción de Gracias nacional.

En 1941, el Congreso de los Estados Unidos dio un paso más al establecer oficialmente el cuarto jueves de noviembre como un feriado federal, asegurando la continuidad de esta tradición en el calendario nacional. 

Este cambio fue firmado por el presidente Franklin D. Roosevelt como una medida para evitar conflictos en el comercio y garantizar que la festividad no coincidiera con el inicio de la temporada de compras navideñas.

También le interesaría:

Así, el Día de Acción de Gracias ha evolucionado desde un momento inicial de gratitud pública hacia una festividad profundamente arraigada en la cultura estadounidense, que reúne a familias y comunidades en torno a la mesa para compartir alimentos, reflexionar y rendir homenaje a las bendiciones recibidas. Desde sus raíces espirituales hasta su lugar actual en la tradición familiar y cultural, Thanksgiving sigue siendo un recordatorio de la importancia de la gratitud en la vida individual y colectiva.

Comparte en tus redes


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *