Horace Underwood

El 11 de julio de 1886, el misionero y educador Horace Underwood llevó a cabo un evento significativo en la historia del cristianismo en Corea. En una ceremonia discreta y secreta, Underwood bautizó al Sr. Toh Sa No, marcando el primer bautismo protestante registrado en el país. Este acontecimiento fue un hito importante en la expansión del cristianismo en Corea, ya que el bautismo es un sacramento fundamental en la fe cristiana, simbolizando la iniciación de una persona en la vida cristiana.

Horace Underwood, originario de Estados Unidos, llegó a Corea en 1885 como uno de los primeros misioneros protestantes. Su labor se centró no solo en la evangelización, sino también en la educación y la traducción de la Biblia al coreano, lo que permitió que el mensaje cristiano fuera accesible a una mayor cantidad de personas en su idioma nativo.

Underwood y otros misioneros trabajaron en un contexto de gran resistencia y persecución religiosa, ya que el cristianismo no era bien recibido en una sociedad profundamente arraigada en sus tradiciones religiosas y culturales.

El bautismo del Sr. Toh Sa No no fue un evento aislado. La labor misionera en Corea se extendía más allá de las actividades de Underwood y sus contemporáneos. De hecho, los trabajadores inmigrantes coreanos que habían viajado a China en busca de empleo fueron expuestos al Evangelio allí.

Al escuchar y aceptar el mensaje cristiano en China, algunos de estos trabajadores regresaron a Corea y comenzaron a compartir su nueva fe con otros.

Este fenómeno sugiere que es muy probable que ya existieran pequeñas congregaciones cristianas clandestinas en Corea antes del bautismo oficial de Toh Sa No, formadas por individuos que habían conocido el cristianismo en el extranjero y se habían convertido.

La iglesia clandestina en Corea, formada por estos primeros creyentes, enfrentó numerosos desafíos. La persecución religiosa era una realidad constante, y la práctica del cristianismo a menudo tenía que llevarse a cabo en secreto para evitar represalias.

Sin embargo, estos primeros cristianos mostraron un compromiso y una fe extraordinarios, sentando las bases para el crecimiento del cristianismo en Corea.

El trabajo de Horace Underwood y otros misioneros no solo impactó a los individuos que bautizaron y evangelizaron, sino que también tuvo un efecto duradero en la sociedad coreana en su conjunto.

A lo largo de los años, el cristianismo en Corea experimentó un crecimiento significativo, y hoy en día, Corea del Sur es conocida por su vibrante comunidad cristiana y sus muchas iglesias.

En conclusión, el bautismo del Sr. Toh Sa No por Horace Underwood en 1886 es un evento emblemático en la historia del cristianismo en Corea, simbolizando el inicio de una presencia protestante formal en el país.

No obstante, el contexto más amplio de la evangelización, incluyendo la influencia de los trabajadores inmigrantes coreanos que habían escuchado el Evangelio en China, destaca la complejidad y la profundidad del movimiento cristiano en sus primeras etapas en Corea.

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