Dios Dio, Él Tomó, Job 1:21

En el texto hebreo de Job 1:21, la frase “Jehová dio, y Jehová quitó” se escribe como «נָתַן יְהוָה, וַיִּקַּח יְהוָה» (YHWH natan, vaYHWH lakach).

‎Un desglose de dichas palabras

‎- נָתַן (natan): significa “dio”. Es una forma del verbo en pasado (o perfecto) que indica una acción completada de dar.

‎- וַיִּקַּח (vaYHWH lakach): “y quitó. El prefijo «ו» (vav) significa “y”, conectando las acciones de dar y quitar. «יקח» (lakach) es otra forma del verbo en pasado (o perfecto) que indica la acción de quitar o tomar.

‎- בָּרוּךְ שֵׁם יְהוָה (Baruch Shem YHWH): “sea el nombre de Jehová bendito”. «ברוך» (baruch) significa “bendito”; «שם» (shem) significa “nombre”; «יהוה» (YHWH) es el nombre de Dios.

‎Este versículo expresa la aceptación total de Job de la soberanía de Dios sobre todas las cosas en la vida, reconociendo que todo lo que tiene viene de Dios y está en Su poder el dar y el quitar. La frase completa revela una profunda sumisión y reverencia hacia Dios, incluso en medio de la pérdida y la adversidad.

‎La declaración de Job, “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21), se encuentra en un contexto de sufrimiento y pérdida extremos.

‎Esta expresión surge después de que Job recibe una serie de mensajes devastadores, informándole que ha perdido sus bienes, sus siervos, y lo que es más doloroso, a sus hijos, todo ello en sucesos catastróficos y aparentemente aleatorios.

‎En este contexto, Job está respondiendo con una profunda fe y sumisión a la voluntad de Dios. Sus palabras reflejan varios principios teológicos y existenciales clave:

‎Reconocimiento de la soberanía De Dios: Job reconoce que todo lo que tiene es por la gracia de Dios. Así como Dios le ha dado bendiciones, también tiene el derecho soberano de quitarlas.

‎La temporalidad de los bienes terrenales: Al decir: “Desnudo salí… y desnudo volveré”, Job señala la realidad de que venimos a este mundo sin nada material y nos iremos de la misma manera. Esto subraya la naturaleza transitoria de la posesión terrenal en contraste con la permanencia de Dios.

‎La aceptación y la adoración en medio del sufrimiento: A pesar de su inmensa pérdida, Job elige bendecir el nombre de Dios. Esto no implica una aceptación pasiva del sufrimiento, sino una profunda fe en el carácter y la soberanía de Dios, incluso cuando las circunstancias de la vida son incomprensibles.

‎El contexto de este verso es crucial para entender la profundidad de la respuesta de Job. No es simplemente una resignación fatalista a la adversidad, sino una afirmación de fe en la bondad y soberanía de Dios a pesar de las circunstancias más dolorosas.

‎Esta actitud refleja una comprensión de que la vida y sus bendiciones son dones de Dios, y Él tiene pleno derecho sobre ellos.

‎La verdadera devoción y fe en Dios, como muestra Job, no dependen de las circunstancias externas, sino de un reconocimiento de Quién es Dios, independientemente de nuestras experiencias personales de pérdida o ganancia.

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