El 15 de noviembre de 1917 (Historia Contemporánea), Oswald Chambers, reconocido evangelista escocés, pastor y maestro, falleció mientras servía como capellán de las tropas británicas estacionadas en Egipto durante la Primera Guerra Mundial.
Chambers, conocido por su ferviente dedicación a la enseñanza bíblica y la vida devocional, sufrió complicaciones tras una cirugía de apendicitis, lo que le llevó a su temprana muerte a la edad de 43 años.
Ese trágico acontecimiento marcó el fin de su vida terrenal, pero el inicio de un legado espiritual que perduraría a lo largo de los años.
Oswald Chambers nació en 1874 en Aberdeen, Escocia, y dedicó su vida a proclamar el Evangelio y a profundizar en las Escrituras. Su enfoque teológico era profundamente cristocéntrico, y su mensaje instaba a los creyentes a una vida de entrega total y absoluta a Dios.
Su llamado a vivir “para la máxima gloria de Dios” resonaba tanto en sus enseñanzas como en su forma de vida.
Durante la guerra, decidió acompañar a los soldados británicos como capellán, ofreciendo consuelo espiritual, guía y enseñanza bíblica a los hombres que enfrentaban la crudeza del conflicto bélico.
Tras su muerte, su viuda, Gertrude “Biddy” Chambers, asumió la responsabilidad de preservar y compartir las enseñanzas de su esposo. Biddy era una hábil taquígrafa que había tomado detalladas notas de los sermones, conferencias y estudios bíblicos de Oswald a lo largo de su ministerio.
Gracias a su labor meticulosa y su devoción, compiló una colección de reflexiones basadas en las enseñanzas de Oswald, que se publicaron bajo el título “My Utmost for His Highest” (traducido como En pos de lo supremo en algunas ediciones en español).
Este libro, publicado por primera vez en 1924, se convirtió en un clásico devocional cristiano, profundamente apreciado por su riqueza espiritual y su enfoque práctico. A través de frases profundas y desafiantes, Chambers insta a los creyentes a buscar una relación más profunda con Cristo y a rendirse plenamente a Su voluntad. “Mi mayor entrega para Su mayor gloria” es el mensaje central del libro, que sigue inspirando a millones de personas en su vida espiritual.
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El legado de Oswald Chambers perdura no solo en este devocional, sino también en las muchas vidas que transformó a través de sus enseñanzas.
Su vida y obra continúan siendo un recordatorio de lo que significa vivir con integridad, fe y devoción absoluta al servicio de Dios.
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