Oswald Chambers, conocido por su influyente devocional “My Utmost for His Highest” (publicado póstumamente en 1927), nació el 24 de julio de 1874 en Aberdeen, Escocia. Chambers es recordado como un maestro cristiano, predicador y capellán cuyo legado perdura a través de sus escritos y enseñanzas espirituales.
Oswald Chambers nació en una familia cristiana y mostró un interés temprano en las artes y la espiritualidad. Asistió al Colegio de Arte de Edimburgo y posteriormente estudió en la Universidad de Edimburgo.
Durante estos años, Chambers experimentó una profunda conversión al cristianismo que lo llevó a cambiar el rumbo de su vida hacia el ministerio.
Después de su conversión, Chambers se formó en el Seminario Teológico de Dunoon en Escocia. En 1906, se unió al ministerio itinerante y comenzó a predicar y enseñar en varias partes del mundo, incluyendo Japón, Estados Unidos y Egipto.
En 1911, fundó el “Bible Training College” en Londres, donde impartió clases y discipuló a muchos estudiantes hasta 1915. Su enseñanza se caracterizaba por un profundo énfasis en la vida devocional y la relación personal con Dios.
Durante la Primera Guerra Mundial, Chambers sirvió como capellán del Ejército Británico en Zeitoun, Egipto. Fue aquí donde sus sermones y charlas fueron cuidadosamente transcritos por su esposa, Biddy Chambers, quien tenía habilidades excepcionales de taquigrafía. Estas transcripciones serían la base de muchas de las publicaciones posteriores de Chambers.
El 15 de noviembre de 1917, Oswald Chambers falleció a la edad de 43 años debido a complicaciones tras una apendicitis. Su muerte prematura no detuvo la influencia de su ministerio, ya que Biddy se dedicó a compilar y publicar sus enseñanzas.
“My Utmost for His Highest” es, sin duda, la obra más conocida de Chambers. Publicado en 1927, este devocional diario ha sido traducido a numerosos idiomas y sigue siendo uno de los devocionales más leídos y respetados en todo el mundo. La obra refleja la profunda espiritualidad y el enfoque en la total consagración a Dios que caracterizaba la enseñanza de Chambers.
El legado de Oswald Chambers continúa a través de sus escritos, que han inspirado a generaciones de cristianos a vivir una vida de máxima entrega y devoción a Dios. Su enfoque en la vida devocional y la relación personal con Cristo sigue siendo relevante y poderoso hoy en día.
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