Serie: Finanzas Personales para Niños
Un consejo para niños de 8 a 12 años sobre Finanzas Personales
Planificar Compras Significativas
A veces, queremos comprar algo especial, como un juguete, un libro o una prenda de ropa. Antes de gastar todo el dinero, es importante pensar y planificar bien.
En Lucas 14:28, Jesús nos dice: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos?”. Esto significa que, para lograr algo importante, primero necesitamos pensar bien cuánto costará y cómo lo lograremos.
Planificar nuestras compras nos ayuda a no gastar por impulso. A veces, vemos algo que queremos comprar de inmediato, pero si esperamos y ahorramos poco a poco, podemos tomar mejores decisiones.
En Proverbios 21:5, leemos: “Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia”. Dios quiere que seamos diligentes y pensemos bien antes de gastar el dinero.
Cuando queremos hacer una compra significativa, es útil hacer un plan de ahorro. Esto significa decidir cuánto dinero necesitamos y cómo lo vamos a conseguir. Podríamos ahorrar un poco cada semana o quizás pensar en formas de ganar dinero extra, como ayudar en casa.
En Proverbios 13:11 se dice: “El que recoge con mano laboriosa las aumenta”. Ahorrar poco a poco, con esfuerzo, nos ayuda a lograr las metas.
Planificar las compras también nos enseña a ser pacientes. En lugar de gastar rápidamente en cosas pequeñas, podemos esperar y ahorrar para algo que realmente queremos.
Esta paciencia nos ayuda a valorar más lo que compramos y a agradecer a Dios por las bendiciones que nos permite disfrutar. En Salmos 27:14, se nos anima: “Espera a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”.
Dios nos encomienda recursos para que los usemos sabiamente. Cuando planificamos las compras, estamos mostrando a Dios que valoramos Su provisión y que queremos usar bien lo que nos provee. De esta manera, podemos disfrutar de las compras y también aprender a ser responsables con el dinero.
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Planificar las compras es importante porque nos ayuda a evitar gastos impulsivos y a ahorrar para cosas significativas.
Jesús nos enseña a calcular los costos antes de tomar decisiones importantes, lo que significa que debemos pensar bien antes de gastar el dinero en algo especial.
Ser diligentes y establecer un plan de ahorro nos permite alcanzar las metas de manera sabia, sin apresurarnos. Además, planificar nos enseña a ser pacientes y a valorar más lo que logramos comprar.
Al ahorrar y esperar, mostramos gratitud a Dios por Su provisión y aprendemos a manejar bien Sus recursos que nos provee. Al hacerlo, podemos disfrutar de las compras de manera responsable y con una actitud que honra a Dios.
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