«La luz de la fe no procede de carne ni de sangre, sino de la gracia celestial, para que nadie se gloríe en otra cosa que en la regeneración del Espíritu.»
«No hay salvación alguna fuera de Jesucristo, porque Él es el principio y el fin de la fe, y Él es todo en todos.»
«Si examináramos cuidadosamente un solo minuto de nuestra vida, nos encontraríamos dignos de la muerte eterna. De hecho, cada uno de nosotros descubriría que somos pecadores, no solo en un área sino en cien mil.»
«El evangelio es como un cetro con el cual Cristo sujeta a todos los hombres y los gobierna por sí mismo.»
«La verdad de Dios siempre se eleva por encima de todos los obstáculos que plantea la incredulidad humana.»
«Solo la fe justifica, pero la fe nunca está sola, nunca está sin amor; si falta el amor, tampoco hay fe.»
«Debemos llegar a este punto en el que nuestra fe esté cimentada en la Palabra de Dios, y que la Sagrada Escritura sea toda nuestra sabiduría.»
«Para obtener la justicia de Cristo debemos abandonar la nuestra.»
«La verdad de Dios siempre se eleva por encima de todos los obstáculos que plantea la incredulidad humana.»
«¿Cómo sabemos que Dios nos ha elegido antes de la creación del mundo? Creyendo en el Señor Jesucristo.»
Deja una respuesta