-La abundancia del Señor Jesucristo es suficiente para cubrir nuestras necesidades y restaurar lo que se haya quitado o perdido en el proceso de vivir conforme a Su voluntad.
-Ante una situación de endeudamiento extremo, necesitamos desesperadamente aprender disciplina básica, valorar el dinero y ser más conscientes de la inestabilidad global imperante.
-La publicidad en las redes sociales impacta la salud al influir en las preferencias de niñas, niños y jóvenes; la invasión de productos chatarra nocivos es alarmante.
-En este mundo lleno de distracciones, podemos convertirnos fácilmente en víctimas de las modas pasajeras.
-Los resultados financieros positivos requieren esfuerzo y paciencia.
-No esperemos hasta estar completamente endeudados para empezar a salir de las deudas.
-Nadie querrá que el diablo controle sus finanzas.
-Si en nuestra mayordomía bíblica no predomina el Señorío de Cristo, entonces es predominantemente egocéntrica.
-Satanás intentará hacernos sentirnos cómodos con su esclavitud financiera.
-El dinero nos es un facilitador o un obstáculo en nuestras vidas al servicio del Señor.
-El conocimiento financiero sin aplicación no genera crecimiento económico.
-La palabra del Señor nunca debe apartarse de nosotros, y por consiguiente, tampoco los principios bíblicos que gobiernan las riquezas.
-De día y de noche debemos meditar en la palabra de Dios; especialmente de noche, los principios bíblicos que gobiernan el dinero deben regirnos aún más para no malgastarlo en cosas inmorales.
-¿Cuanto llanto hacemos por nuestras deudas malas a los píes del Señor?
-Nuestros hijos tardarán en tener una buena economía personal si no se la enseñamos.
-Un presupuesto puede aplicarse a nuestro costo de vida mensual, para un casamiento, para la educación nuestra, de nuestros hijos, para las vacaciones, para la compra de un automóvil, para el ahorro a largo plazo, para emergencias médicas, para el pago de deudas.
-Los pensamientos diligentes tienden a llevar a la abundancia y a la prosperidad.
-Dios nos bendice para que prosperemos y crezcamos monetariamente, no para que mengüemos.
-La vida tiene un costo que debe ser presupuestado mensualmente para calcular si lo cubrimos o no.
-Aprendamos sí o sí finanzas personales porque, de lo contrario, nuestra vida será caótica, llena de deudas, sin ahorros y con constantes preocupaciones económicas.
-El dinero es un medio para mejorar nuestra vida, no un fin en sí mismo.
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