-El uso eficiente del tiempo en la productividad no se mide por la cantidad de tiempo trabajado, sino por la efectividad y los resultados obtenidos.
-La eficiencia es hacer las cosas de la mejor manera posible, optimizando tiempo, dinero y esfuerzo; es la capacidad de lograr un objetivo utilizando la menor cantidad de recursos posibles.
-Debemos saber cuánto vale nuestro tiempo y esfuerzo, porque es esencial tener claro el costo de nuestros servicios o productos para evitar regalar nuestro trabajo y asegurar una justa compensación.
-Nos daremos cuenta de que hemos envejecido cuando empecemos a decir: “Si estamos vivos mañana”, para cualquier plan futuro.
-Llegar tarde transmite la idea de que no valoramos el tiempo de los demás, o al menos, da la impresión de que no lo consideramos importante.
-Si nuestro entretenimiento diario nos provoca pereza espiritual, ese entretenimiento no nos conviene; huyamos de eso.
-Si no respetamos el tiempo de las personas, no las respetamos.
«Nuestros tiempos están en las manos de Dios. Ya sean tiempos prósperos o tiempos calamitosos, es Él quien los ha determinado.» Matthew Henry
«Las prisas del hombre son a menudo una locura, pero las aparentes demoras de Dios son siempre sabias.» Charles H. Spurgeon
«Buscad tiempo propicio para el ocio y meditad frecuentemente sobre los favores de Dios.» Thomas a Kempis
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