Posts de Mayordomía Financiera

Los logros mayores son la suma de los esfuerzos diarios.

Los estudios son una inversión, y por eso ciertos títulos generan mayores ingresos cuando son ejercidos.

Enfocarse en alcanzar la independencia financiera implica un cambio en el estilo de vida, buscando una existencia más tranquila y con menos preocupaciones.

No importa cuántos títulos académicos o reconocimientos eclesiásticos tengamos, todos los renacidos estamos llamados a ser siervos del Señor Jesucristo.

¿Y si el ahorro le cambia la vida financiera?

-Dios trata con nuestras finanzas pacientemente, mientras nosotros lo hacemos apresuradamente lo que nos trae solo impaciencia y nada de aprendizaje.

-Prosperamos en el temor del Señor.

-En todos los asuntos financieros, los esfuerzos conllevan resultados; la intensidad del esfuerzo determina la magnitud del resultado.

-La soberanía de Dios abarca todas las áreas de la vida, incluidas nuestras finanzas.

-Por medio de las pruebas financieras podemos aprender a poner nuestra confianza y seguridad en Dios en lugar de en nuestros recursos o habilidades, lo que refleja un corazón humilde y sometido a Su voluntad.

-Las riquezas que nuestro Señor Jesucristo nos ha encomendado residen en comunión con Él; fuera de Jesús las riquezas pueden resultar caóticas.

-Qué difícil es aceptar que todo tiene su tiempo, y aún más difícil es comprender que dentro de ese tiempo no hay otro momento que se vuelva a repetir.

-Abrimos más puertas solo con nuestra palabra, que con mucho dinero.

-En finanzas es mejor una verdad que duela a una mentira que eventualmente cause más daño.

-Cristo se dedica a hacer que seamos productivos en nuestras vidas y trabajos, de modo que Dios sea glorificado por la obra que ha llevado a cabo en Su pueblo.

-Por nada en el mundo llevemos adelante una transacción comercial que la moral, la ética y las buenas costumbres se vean comprometidas.

-Podemos dar sin amar, pero no podemos amar sin dar.

-Nos desgastamos tratando de ‘cambiar la economía’, cuando en realidad la solución es cambiar nuestras finanzas.

-En ciertas oportunidades encontrar un -buen- socio es fundamental para llevar a cabo un buen negocio.

-Si nos destacamos en una buena administración de las riquezas del Señor, es difícil pasar desapercibidos.

-No deberíamos temer administrar las riquezas del Señor per se, sino no más bien, temer ser de aquellos que nunca administraran sus riquezas; el que lea entienda.

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