–Consideremos cómo, incluso después de nuestra muerte, podemos seguir abogando para que los huérfanos y las viudas necesitadas sean la primera prioridad, y luego, para continuar la ampliación del templo.
–Sabio es el Señor Jesucristo al mandarnos dejar nuestra venganza a un lado y confiar la justicia en Sus manos, porque de otra forma, la Iglesia estaría llena de tuertos-ciegos sin dientes; el que lea entienda.
–Si tenemos la valentía de un soldado, el esfuerzo de un agricultor y la disciplina de un atleta, ¿qué podría salir mal en la administración de las riquezas del Señor?
–El diezmo moderno o pseudodiezmo no refleja el mandato del Antiguo Testamento para Israel, sino que es una espiritualización extrema de una ley civil. Bajo el Nuevo Pacto, nuestra generosidad debe ser motivada por amor y libertad en Cristo, no por una obligación legal del pasado.
–La “quejalabanza” no funciona para salir de las deudas.
-Trabajamos en lo que queremos o no queremos, o trabajamos en lo que el Señor desea para ser glorificados.
-¿Cuánto ahorraríamos si no …?
-¿Cómo percibimos, valoramos y utilizamos el dinero? Muchas veces, las dificultades financieras o la incapacidad para manejar adecuadamente las finanzas personales provienen de una relación problemática o desequilibrada con el dinero. ¡A sanarla!
-Gastamos dinero porque creemos que lo merecemos, o seguimos un presupuesto que glorifica al Señor.
-Qué se nos enseñó de finanzas personales antes de conocer al Señor; ahora debemos conocer Su punto de vista.
-Nuestro potencial no se encuentra en otras personas; solo se encuentra en Cristo, el Señor.
-Es un gran riesgo no saber qué se está haciendo; el Señor nos deja un manual completo de principios para manejar las riquezas de acuerdo a su voluntad.
-Algunos utilizan su mente para ganar dinero, mientras otros emplean su tiempo.
-Muchas veces la prosperidad requiere un cambio, y precisamente los cambios no son de nuestro agrado.
-Nuestra relación con el dinero se refleja directamente en el comportamiento que tenemos con el gasto excesivo o el miedo exagerado al gasto, o incluso en una indiferencia hacia la gestión financiera bíblica.
-Se vuelve un problema trabajar intercambiando tiempo por dinero, porque aunque podemos ganar más dinero, nunca podremos obtener más tiempo.
-El valor del conocimiento financiero se mide por su aplicabilidad práctica más que por su mera posesión.
-El gozo pleno no lo encontramos cuando recibimos, sino cuando damos.
-Quien cría a otra persona haciéndole pensar que el dinero no es importante y que las personas con dinero no son buenas, no está dejando un legado generacional.
-El tiempo es un recurso no renovable, a diferencia del dinero.
-La comodidad en la administración financiera a menudo resulta incómoda.
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