-Aunque el trabajo es un mandato del Señor Jesucristo, este no define nuestra identidad ni nuestro valor por completo, sino que nuestra verdadera identidad y valor son definidos por nuestro Señor.
-Los anhelos impulsados por la vanidad nos arrastran hacia apuros económicos. Solamente mediante las respuestas auténticas halladas en las enseñanzas de Cristo en la Biblia podemos encontrar verdadera solución a estos problemas.
-Si su situación financiera actual refleja sus decisiones pasadas, entonces, ¿por qué esperar que su futuro sea diferente sin cambiar esas decisiones?
-Si vivimos con us$6000 dólares mensuales (ponga aquí su cifra real) entonces deberíamos tener us$18000 como respaldo para eventualidades, quizás depositados en una cuenta de ahorros o corriente o en cualquier instrumento bursátil que permita acceder a ellos de manera inmediata.
-Mientras que las riquezas y bienes materiales ofrecen una satisfacción temporal y superficial, la fe en Cristo brinda un consuelo profundo y perdurable que va más allá de lo material.
-El enfoque de nuestra gestión financiera, como mayordomos al servicio del Señor Jesucristo, debe estar centrado en Cristo. Por tanto, entender y practicar Sus principios equivale a profundizar nuestro conocimiento sobre Él.
-La vida no se define por nuestro trabajo o las posesiones materiales y financieras que obtenemos de él, sino por conocer y servir al Dios vivo y verdadero.
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