Serie: Finanzas Personales para Adolescentes
Un consejo para adolescentes de 13 años en adelante sobre Finanzas Personales
Administrando Bien las Bendiciones: No Olvidar a Dios en los Tiempos de Abundancia
Cuando Dios nos bendice con recursos, ya sea dinero, habilidades o tiempo, es fácil olvidar de dónde vienen esas bendiciones. A veces, cuando las cosas van bien y tenemos más de lo que necesitamos, dejamos de reconocer a Dios como la fuente de todo lo que poseemos. Sin embargo, la Biblia nos enseña que siempre debemos recordar a Dios y ser agradecidos, incluso en los tiempos de abundancia.
En Deuteronomio 8:18 se nos dice: «Acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas.» Esto nos recuerda que nuestras capacidades y oportunidades vienen de Dios, y que debemos ser buenos administradores de lo que nos ha confiado.
Ser buenos administradores en tiempos de abundancia significa usar Sus bendiciones de una manera que le honre, esto incluye compartir con los demás, apoyar a nuestra congregación local, y no gastar en cosas que no necesitamos solo porque podemos.
Mantener una actitud humilde y agradecida es clave para manejar el éxito financiero de manera correcta. Dios también nos llama a ser generosos aun cuando no tenemos más de lo que necesitamos.
No se trata solo de ahorrar o disfrutar de Sus bendiciones para nosotros mismos, sino de ver cómo podemos usarlas para bendecir a otros y expandir el reino de Dios. Ser generosos nos ayuda a recordar que todo lo que tenemos realmente le pertenece a Él.
Al final, administrar bien las bendiciones significa reconocer que todo lo que recibimos es temporal y que debemos usarlo de una manera que refleje la fe una vez dada. No se trata de cuánto tengamos, sino de cómo utilizamos lo que Dios nos ha confiado para Su gloria.
También, administrar bien las bendiciones implica mantenernos humildes. Cuando las cosas van bien y tenemos más recursos, puede ser tentador pensar que todo es fruto de nuestros propios esfuerzos. Sin embargo, debemos recordar que Dios es la fuente de todo, y que nos ha confiado esas bendiciones para que las administremos con sabiduría.
Como dice Proverbios 3:9, «Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos«. Esto nos recuerda que debemos poner a Dios en primer lugar en todo lo que hacemos, incluyendo cómo manejamos Su dinero.
También le interesaría:
Por último, en los tiempos de abundancia es importante no caer en el orgullo o en el deseo de acumular para nosotros. Dios nos llama a ser canales de bendición para los demás, compartiendo lo que tenemos con aquellos que más lo necesitan.
Lucas 12:48 nos enseña que «a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará.» Por eso, debemos usar Sus bendiciones para hacer el bien, confiando en que cuando somos fieles en administrar lo que Dios nos encomienda, Él siempre nos proveerá para nuestras necesidades.
Deja una respuesta