Atanasio; tercer exilio 

El 8 de febrero del año 356 (Historia Antigua), Atanasio de Alejandría, uno de los más grandes defensores de la ortodoxia cristiana en el siglo IV, fue enviado al exilio por tercera vez desde el Concilio de Nicea en el año 325. Su destierro fue resultado de su oposición inquebrantable al arrianismo, una doctrina considerada herética por la Iglesia, pero que seguía teniendo gran influencia en el Imperio Romano. 

A lo largo de su vida, Atanasio fue exiliado un total de cinco veces, enfrentando oposición tanto política como teológica antes de morir en el 373.

Contexto histórico: el auge del arrianismo y el Concilio de Nicea (325). El siglo IV fue un período de intensa lucha doctrinal dentro del cristianismo. La principal controversia giraba en torno a la naturaleza de Cristo y su relación con Dios Padre.

El arrianismo, una enseñanza promovida por el presbítero Arrio de Alejandría, sostenía que Cristo no era de la misma naturaleza que el Padre, sino que había sido creado por Él en el tiempo. Según Arrio, Jesús era el Hijo de Dios, pero no coeterno ni consustancial con el Padre, lo que significaba que no era verdaderamente Dios en el mismo sentido.

La ortodoxia cristiana, defendida por Atanasio y otros líderes de la Iglesia, afirmaba que Cristo es Dios eterno, de la misma esencia que el Padre (homoousios) y no un ser creado.

Esta disputa llevó al emperador Constantino a convocar el Concilio de Nicea en el 325, donde se condenó el arrianismo como herejía y se proclamó la divinidad de Cristo en el Credo Niceno

Atanasio, aunque aún no era obispo en ese momento, fue un ferviente defensor de la doctrina nicena. Sin embargo, a pesar del decreto conciliar, la controversia no terminó, y el arrianismo siguió ganando fuerza en el Imperio, especialmente después de la muerte de Constantino.

Atanasio como obispo de Alejandría y sus primeros exilios. Tras la muerte del obispo Alejandro de Alejandría, Atanasio fue elegido obispo en el 328, con solo 30 años. Desde el inicio de su episcopado, se convirtió en el principal defensor de la fe nicena y en un fuerte opositor de los arrianos, lo que lo llevó a ser blanco de persecución y calumnias.

Primer exilio (335-337). Bajo la influencia de los seguidores de Arrio, el emperador Constantino desterró a Atanasio en el 335 al norte de la Galia (actual Alemania y Francia). Regresó tras la muerte de Constantino en 337, cuando su hijo Constante I, favorable a la ortodoxia, lo restauró como obispo.

Segundo exilio (339-346). En 339, el emperador Constancio II, favorable al arrianismo, apoyó a los opositores de Atanasio y lo expulsó nuevamente. Durante este tiempo, Atanasio viajó a Roma, donde recibió el apoyo del Papa Julio I y de la Iglesia occidental. Regresó a Alejandría en 346, tras la intervención del emperador Constante, quien protegía a los cristianos nicenos.

El tercer exilio de Atanasio (356-362). En el año 353, el emperador Constancio II, quien dominaba todo el Imperio Romano tras la muerte de su hermano, convocó el Concilio de Arlés, donde obligó a los obispos a condenar a Atanasio. Luego, en el Concilio de Milán (355), impuso la misma condena. Finalmente, el 8 de febrero del 356, el emperador ordenó el arresto de Atanasio. Un grupo de soldados irrumpió en la catedral de Alejandría mientras Atanasio dirigía un servicio religioso. En medio de la confusión, sus seguidores lograron ayudarlo a escapar y se refugió en el desierto egipcio. Durante seis años, vivió escondido entre los monjes del desierto, desde donde escribió numerosas cartas y tratados en defensa del Credo Niceno.

Los últimos exilios y su regreso definitivo. Atanasio fue exiliado dos veces másCuarto exilio (362-363) → Bajo el emperador Juliano el Apóstata, quien quería restaurar el paganismo y expulsó a Atanasio. Quinto exilio (365-366) → Durante el reinado de Valente, otro emperador arriano. Finalmente, en el 366, Atanasio regresó definitivamente a Alejandría, donde continuó su labor pastoral hasta su muerte en el 373.

Su legado: Atanasio como padre de la ortodoxia. A pesar de sus múltiples exilios, Atanasio nunca dejó de defender la fe ortodoxa. Sus escritos, especialmente “Sobre la Encarnación del Verbo”, fueron fundamentales en la formulación de la doctrina cristiana sobre la divinidad de Cristo.

En el año 381, en el Concilio de Constantinopla, se reafirmó el Credo Niceno, condenando definitivamente el arrianismo. La victoria final de la ortodoxia se debió en gran parte a la perseverancia de Atanasio.

Frase célebre sobre Atanasio. Por su inquebrantable oposición al arrianismo, se le conoce como “Atanasio contra el mundo” (Athanasius contra mundum), ya que estuvo dispuesto a enfrentarse incluso al emperador y a la mayoría de los obispos de su tiempo para preservar la doctrina cristiana.

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El 8 de febrero del 356 marca uno de los momentos clave en la vida de Atanasio, cuando fue enviado al exilio por tercera vez debido a la influencia arriana en el Imperio Romano. 

Su lucha incansable contra esta herejía lo llevó a vivir cinco exilios en total, pero su legado perduró más allá de su muerte. 

Gracias a su firmeza y enseñanzas, el cristianismo mantuvo la doctrina de la divinidad de Cristo, la cual quedó reafirmada en los concilios posteriores.

Atanasio es recordado como uno de los más grandes defensores de la fe cristiana, un teólogo brillante y un pastor que, a pesar de la persecución, nunca cedió ante la presión del poder político o de las doctrinas erróneas.

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