“Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.” (Génesis 1:5 RVR1960)
Este versículo de Génesis nos habla del orden y la estructura que Dios estableció desde el principio de la creación. Este orden divino puede aplicarse a la mayordomía bíblica en el área de las finanzas, ya que la gestión ordenada y estructurada de nuestros recursos es un principio fundamental en la administración financiera según los principios bíblicos.
Principios bíblicos de mayordomía en las finanzas:
1. Orden y estructura:
Dios estableció un orden en la creación, separando la luz de las tinieblas y dando estructura al tiempo. De manera similar, somos llamados a establecer orden y estructura en la gestión de nuestras finanzas.
- Aplicación: Crear un presupuesto detallado que asigne ingresos y gastos de manera clara y ordenada. “Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz.” (1 Corintios 14:33)
2. Responsabilidad y rendición de cuentas:
Dios nos ha confiado recursos y espera que los administremos sabiamente. La mayordomía implica ser responsables y rendir cuentas por cómo utilizamos lo que se nos ha dado.
- Aplicación: Llevar un registro fiel de ingresos y gastos, y revisar regularmente el estado financiero. “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” (1 Corintios 4:2)
3. Prioridad a lo esencial:
En la creación, Dios ordenó la luz y las tinieblas, estableciendo un ciclo natural de trabajo y descanso. En nuestras finanzas, debemos dar prioridad a lo esencial y asegurar que nuestras decisiones financieras reflejen nuestras verdaderas necesidades y valores.
- Aplicación: Asegurar que las necesidades básicas como alimentación, vivienda y ahorro para emergencias estén cubiertas antes de destinar recursos a deseos secundarios. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33)
4. Planificación y previsión:
Dios planificó y creó el mundo con propósito y previsión. Del mismo modo, la planificación financiera es crucial para asegurar un futuro estable y próspero.
- Aplicación: Desarrollar planes financieros a corto, mediano y largo plazo, incluyendo metas de ahorro, inversión y retiro. “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.” (Proverbios 21:5)
5. Generosidad y provisión:
Dios, en su orden perfecto, nos da ejemplo de generosidad y provisión. Como administradores de Sus recursos, debemos reflejar esta generosidad en nuestra gestión financiera.
- Aplicación: Incluir en el presupuesto donaciones y ofrendas, apoyando a la iglesia y a quienes están en necesidad. “El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.” (Proverbios 11:25)
Conclusión:
El orden y la estructura que Dios estableció desde el inicio de la creación sirven como un modelo para la mayordomía financiera bíblica. Al implementar principios de orden, responsabilidad, prioridad, planificación y generosidad, podemos gestionar nuestros recursos de manera que honren a Dios y aseguren un futuro financiero sólido y bendecido.
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