Thomas Hooker

El 31 de mayo de 1638, Thomas Hooker, un prominente líder puritano y ministro congregacionalista, pronunció el sermón inaugural en la Primera Iglesia de Hartford, Connecticut. En su sermón, Hooker declaró que “el fundamento de la autoridad se establece en el libre consentimiento del pueblo”.

Esta afirmación subrayó la importancia de la participación y el consentimiento de los gobernados en la legitimidad de cualquier gobierno o autoridad.

Thomas Hooker es recordado no solo por su influencia en la comunidad religiosa de Nueva Inglaterra, sino también por su contribución significativa a la formación de un sistema de gobierno democrático en las colonias americanas.

Su sermón en Hartford es considerado un evento clave que refleja su visión de una sociedad en la que el poder y la autoridad se derivan de la voluntad y el consentimiento del pueblo, en lugar de ser impuestos por la fuerza o el derecho divino de los gobernantes.

Esta visión de gobierno y autoridad tuvo un impacto duradero y tangible, ya que Hooker jugó un papel crucial en la elaboración de los Órdenes Fundamentales de Connecticut en 1639.

Este documento es ampliamente considerado como una de las primeras constituciones escritas en América y sentó las bases para el desarrollo de un gobierno representativo y democrático en la colonia de Connecticut.

Los Órdenes Fundamentales establecieron un marco para la elección de funcionarios públicos y delinearon la estructura del gobierno, asegurando que los líderes fueran elegidos por los ciudadanos y que las decisiones importantes fueran tomadas con la participación y el consentimiento del pueblo.

La influencia de Thomas Hooker y los Órdenes Fundamentales de Connecticut se extendieron más allá de la colonia, influyendo en el pensamiento político y constitucional de la futura nación estadounidense.

La idea de que la autoridad legítima proviene del consentimiento de los gobernados resonó profundamente en la filosofía política de los fundadores de los Estados Unidos y se reflejó en documentos fundamentales como la Declaración de Independencia y la Constitución de los Estados Unidos.

En resumen, el sermón de Thomas Hooker el 31 de mayo de 1638, y su participación en la creación de los Órdenes Fundamentales de Connecticut, representan hitos significativos en la evolución del pensamiento democrático y constitucional en América.

Su legado perdura en los principios de gobierno representativo y en la convicción de que la autoridad legítima debe basarse en el consentimiento y la participación activa del pueblo.

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